Cuando allá por 1963 don Julio Vicente Raele decidió separarse de su amigo Luis Martínez, dejando su lugar de segunda autoridad en la cooperativa Cumbre (de la que había sido cofundador), para crear el “Instituto Cooperativo de Seguros” (transformado más tarde en “Instituto de Seguros S.A.”), llevó consigo la producción que fundamentó su crecimiento futuro: los seguros de vida colectivo y de sepelio de la Unión Obrera Metalúrgica, gracias a su profunda amistad con el patriarca sindical don Lorenzo Miguel.
Desde la sede inicial en Bernardo de Irigoyen casi Alsina, llegó el salto cualitativo a la residencia de Córdoba 1.450, adquirida a Mapfre Re y con historia ilustre: el palacete había sido vivienda del legendario fundador del Grupo Juncal, don Eduardo Mayer, y originalmente de -nada menos- que Nicolás Avellaneda, ex presidente de la Nación.
Don Julio, hombre profundamente arraigado en el movimiento obrero, sumó numerosos Sindicatos a la cartera del Instituto, convirtiendo a la empresa en una de las líderes en su nicho de trabajo. Y su famoso quincho de la calle Viamonte, fue una referencia obligada para muchos gestores, famosos y postulantes, cuyos nombres propios es del caso omitir en esta crónica.
Pasaron más de 50 años de armonioso recorrido conjunto Instituto/UOM, más allá de los avatares de la historia política y sindical, hasta que el año pasado estalló una bomba: ante la justicia, los principales dirigentes de la U.O.M. fueron imputados del delito de lavado de dinero, y la aseguradora como presunta proveedora de esos fondos, provenientes de esa cobertura. Llegó la grieta, dirían algunos… Entonces, nuestra inquietud periodística nos llevó a consultar al respecto a las autoridades del Instituto, con resultado negativo.
Y la segunda bomba, llegó el viernes ppdo., con una Solicitada de la U.O.M. que, en lo fundamental, anuncia el cese de esa relación, y el traspaso de la cobertura a otra aseguradora.
Otros tiempos, otros caminos…
R.J.C.