La insuficiencia de la suma asegurada. Estudio de casos.

En esta nota, la docente y especialista en administración de riesgos Patricia Cannatelli (Gerente de Cannatelli Consultores) repasa los conceptos asociados a la insuficiencia de las sumas aseguradas. Un tema que, tanto productores como asegurados, están sufriendo desde hace tiempo en Argentina debido a la inflación y que se acentuó y aceleró con el impacto de la devaluación de Diciembre ppdo.

Nota de lectura obligada para Productores interesados en proteger el patrimonio de sus clientes.

Uno de los graves problemas que se está presentando en este momento en el mercado asegurador es el del infraseguro.

Cuando hablamos de infraseguro es que la suma asegurada, no coincide con el valor real del riesgo, con el valor real de los bienes objetos del seguro, sino que es inferior.

Muchas veces el asegurado no percibe que debe tratar de mantener actualizados en las pólizas que tiene vigentes, los valores de los bienes que tiene a riesgo.

Lamentablemente muchos reaccionan ante esta situación cuando ocurre un siniestro y se concientizan de que no van a cobrar por todo el daño sufrido.

Otras tantas veces, si el productor de seguros o la compañía aseguradora, actualiza de manera unilateral las sumas aseguradas, analizando los índices de inflación actuales y envía esos endosos al asegurado, algunas personas piensan que el seguro aumentó y, lo que en realidad pasó es que sus bienes aumentaron de valor debido a la inflación reinante.

El asegurado debe ser consciente que la suma asegurada indicada en la póliza no necesariamente va a ser el monto a indemnizar en caso de ocurrir un siniestro.

La suma asegurada indica la máxima responsabilidad contraída por el asegurador en relación a la pérdida producida. Ahora bien, al ocurrir el siniestro y establecerse los verdaderos valores de los riesgos amparados en la póliza y determinar que los mismos son mayores que los que figuran en el contrato, se inician los problemas para el asegurado.

Se deben amparar los bienes con las sumas aseguradas correctas desde el comienzo de la póliza y además, tener al día los valores a riesgo.

Hay que comprender que en seguros existe lo que se conoce con el nombre de “medida de la prestación”; es parte de la estructura de la póliza y, en muchos casos viene impuesta por la cobertura.

En un contrato donde la medida de la prestación es la que conocemos como A Primer Riesgo Absoluto, el asegurador indemnizará el daño ocurrido hasta la suma asegurada (alcance máximo de la cobertura). Típico de riesgos como Responsabilidad Civil, Robo, Cristales, …

Sepamos que también existe otra medida de la prestación que es la que se conoce como A Prorrata o Regla Proporcional. En este caso, ante un hecho dañoso, el asegurador indemnizará en proporción al infraseguro, es decir quitará a la indemnización el mismo porcentaje que se le quitó al valor real del bien asegurado. Típica de riesgos como Incendio, Seguros Técnicos, Electrodomésticos (en bienes del hogar), …

Los casos:

Veamos lo antedicho con algunos ejemplos:

Se asegura por robo de contenido de una vivienda particular una suma de $ 500.000 a Primer Riesgo Absoluto, cuando en realidad había más de $1.000.000 a riesgo. Entran ladrones al hogar y roban bienes por valor de $ 720.000. El asegurado cobrará hasta los $ 500.000, teniendo que reponer de su bolsillo los $ 220.000 restantes. ¿Existe un infraseguro en este caso? Por supuesto que sí, pero al ser la medida de la prestación APRA, se indemnizará hasta la suma asegurada, sin realizar ningún cálculo proporcional.

Se asegura por incendio un local de comercio con una suma asegurada de incendio edificio de        $ 20.000.000, cuando el valor real de reconstrucción del lugar es de $ 30.000.000 (se asegura por 2/3 de su valor real). En este caso la medida de la prestación es “A prorrata”. Un cortocircuito en las vidrieras provoca un incendio parcial, la reparación del daño será de $ 4.500.000. La indemnización brindada por el asegurador será de $ 3.000.000, es decir 2/3 del monto del daño (en proporción al infraseguro). El asegurado deberá reponer de su patrimonio los $ 1.500.000 restantes.

Estos dos ejemplos nos dan la pauta de la importancia de mantener actualizadas las sumas aseguradas. El mayor costo de una póliza es el de un siniestro ocurrido sobre un bien mal valuado.

Este gran problema generado por la insuficiencia de las sumas aseguradas no es exclusivo de riesgos como robo, incendio u otros relacionados directamente con bienes que tienen un valor de referencia; también es importante comprender que el infraseguro afecta a todas las coberturas.

El infraseguro cobra crucial importancia cuando se trata de pólizas de responsabilidad civil. Al momento de responder ante un reclamo por daños, éstos están relacionados con los valores de los bienes dañados o con las reparaciones por lesiones y/o muerte de un tercero. Si los valores de los bienes o de los servicios suben, es coherente que suban los montos a reclamar. Si no se actualizaron las sumas aseguradas, el asegurador responderá hasta el límite de su responsabilidad y el resto quedará a cargo del asegurado. Muchas veces esta diferencia es muy importante, y a su vez muy difícil de cubrir.

Veamos otro ejemplo (este es un hecho real):

Un restaurante posee una cobertura de responsabilidad civil comprensiva con una suma asegurada de $1.750.000. Una noche, debido a una súbita rotura de un caño de agua que provoca una filtración, cae mampostería del techo sobre un matrimonio que se encontraba cenando. Este hecho provoca lesiones en el varón de la pareja (severo golpe en la cabeza con pérdida de conocimiento y luxaciones en hombro y brazo derecho); debido a ello estuvo 2 días en observación en un sanatorio y reposo por varias semanas, además de sufrir una incapacidad parcial de la articulación del codo del brazo lesionado del 30%. El hombre, profesional independiente dedicado a la industria de la construcción, tuvo más allá de estos temas sobre su salud, días sin poder trabajar. El matrimonio reclama por todos los trastornos provocados por este accidente un monto de $ 3.150.000. Luego de varias idas y vueltas con este reclamo, en una mediación se llega a un acuerdo de $ 2.232.000. El asegurador pagó los $ 1.750.000 que era la suma asegurada, el resto $ 482.000 los tuvo que pagar el dueño del restaurante.

Igual de importante es el problema de los capitales asegurados en los seguros sobre las personas.

En un seguro de vida. Si una persona piensa, ante una posible desaparición suya, que peligra la continuidad económica de sus seres queridos y está interesada en proteger este evento, debe velar porque las sumas aseguradas de la póliza se actualicen para lograr la protección deseada.

En un seguro de retiro. Si la idea es contratar una póliza que permita cumplimentar los magros ingresos jubilatorios, hay que actualizar los aportes mensuales, para que, al llegar el momento de cobrar las rentas, éstas sean lo suficientemente eficientes como para que cumplan el objetivo propuesto.

Igual concepto debe aplicarse sobre las pólizas de accidentes personales y salud.

Cuando poseemos una póliza, debemos ocuparnos de que la misma cumpla con la verdadera misión para la cual se la contrató: la de proteger nuestro patrimonio desde el mismo instante en que la contratamos y durante toda su vigencia.

Uno de los mejores medios es mantenerse en permanente contacto con el productor asesor de seguros, comentándole si hemos comprado bienes nuevos ya sea en el hogar o en el comercio u oficina. Además, consultarle sobre las posibles modificaciones a realizar para actualizar sumas de coberturas de responsabilidad civil, vida, accidentes personales, retiro, …

El productor asesor de seguros es el referente profesional mejor preparado para responder a esta situación y mantenernos correctamente protegidos.

    Patricia Cannatelli

[email protected]

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