EL MERCADO LATINOAMERICANO 2016

Buenas noticias para el mercado asegurador de América Latina; en 2016 experimentó su primer crecimiento en tres años, al registrar un volumen total de primas de 146.655 millones de dólares, un 1,2% más que en 2015. Así lo recoge el informe de Fundación Mapfre ‘El mercado asegurador latinoamericano en 2016’ y que se presentó ayer a través de Mercedes Sanz, directora de Fundación MAPFRE; Pilar González de Frutos, presidenta de la Federación Interamericana de Empresas de Seguros –FIDES; Manuel Aguilera, director general del Servicio de Estudios de MAPFRE; Norma Alicia Rosas, presidenta de la Asociación de Supervisores de Seguros de América Latina – ASSAL.

Redacción BDS FIDES, 15 septiembre 2017

Un crecimiento que sobre todo ha estado fuertemente influido por el desarrollo del negocio de seguros de Vida en Brasil, cuyas entidades aseguradoras vienen a representar más de la tercera parte del volumen de primas de la región, y en el que existe una fuerte implantación del canal de distribución de bancaseguros. Tal y como lo reveló ayer Manuel Aguilera durante la presentación del informe el 54,8% de las primas totales correspondieron a seguros No Vida y el 45,2% restante a seguros de Vida. La contracción económica sufrida por la región en 2016, implicó un debilitamiento de la demanda interna, afectó al desarrollo en particular al negocio de No Vida, fuertemente vinculado al crecimiento económico y a la capacidad de consumo de hogares y empresas.

Así, este negocio se contrajo a nivel agregado un -3,1% medido en dólares, influido también de manera importante por el efecto de la depreciación de los tipos de cambio en las principales economías de la región.

No obstante, hay que tener en cuenta que la menor caída del PIB latinoamericano en 2016 tuvo un reflejo positivo en el comportamiento del negocio de Vida, que creció medido en dólares, a pesar del difícil entorno económico.

Por otra parte, cuando los crecimientos por países se miden en moneda local, el análisis muestra que la mayor parte de los mercados aseguradores de la región experimentaron crecimientos en términos reales, una vez corregido el efecto de la inflación.

La sociedad latina cada vez se asegura más

La participación del mercado asegurador latinoamericano en el total mundial se ha venido incrementando de manera sostenida en el tiempo, tanto en el segmento de Vida como en el de No Vida: Mientras que en 1980 era de solo del 2%, para 2016 se había elevado al 3,1%. La tendencia positiva se ha visto frenada solo en períodos de crisis económicas y financieras, y se ha amplificado por el impacto de la depreciación de las monedas normalmente vinculada a las anteriores.

El informe analiza también la brecha de protección del seguro (BPS), medida como la diferencia entre la cobertura aseguradora que se considera óptima para cada economía y la que tienen en realidad. Así, la BPS se redujo en 2016 hasta situarse en un valor de 235,5 millardos de dólares, un 8,5% menos que la estimada el año previo.

Dos riesgos a tener en cuenta

El Servicio de Estudios de MAPFRE apunta a que es de esperar que la actividad económica regional (y con esta, la demanda de seguros) gane dinamismo el presente año 2017, impulsada por el empuje de la demanda externa, gracias a un mayor crecimiento mundial, por un tipo de cambio depreciado y por el soporte de la inversión pública para apoyar a la demanda privada, con una recuperación cíclica de los grandes mercados.

No obstante, señala dos riesgos que podrían afectarles: por una parte, el derivado de una mayor desaceleración de China, que podría tener impacto a través de la caída del precio de las materias primas, y por la otra, el de una normalización más agresiva de la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU., que impactaría en el coste de la deuda de los muchos países latinoamericanos que se financian en dólares.

Por último, para cada uno de los mercados analizados se ha incluido un análisis particular de los principales indicadores de desempeño y tendencias estructurales, así como una breve descripción de los principales cambios regulatorios ocurridos durante 2016 y algunos avances respecto de ajustes normativos que se prevén para 2017.

 Presidenta FIDES: “Latinoamérica es la región con mayor potencialidad de crecimiento del sector asegurador a largo plazo”

Durante el webminar de ayer la presidenta de FIDES y de UNESPA, Pilar González de Frutos, reafirmó la “trayectoria positiva» que tiene el sector asegurador latinoamericano: «Es la región con mayor potencialidad de crecimiento del sector asegurador a largo plazo». En cuanto a la dependencia demográfica, que se recoge ampliamente en el Informe, destacó que la tasa de dependencia demográfica (relación entre personas activas e inactivas de una sociedad) se reducirá notablemente en los próximos cuarenta años. En varios países importantes de América Latina como Brasil y México, dicha tasa se encuentra actualmente en ocho personas activas frente a una inactiva, pero se reducirá en cuatro décadas años a tres activas frente a una inactiva, lo que implica un importante reto demográfico y para el sector asegurador.

Todo esto, según explicó, hace que «los niveles de riqueza» de América Latina no permitirán que el sector público pueda hacerse cargo en solitario del crecimiento de la tasa de dependencia demográfica, por lo que pide «intensificar» la colaboración público-privada.

Por este motivo, destacó que entre otros aspectos, el sector debe ofrecer productos encaminados a fomentar el ahorro de las rentas medio bajas y bajas con vistas al futuro, porque hasta ahora no lo hacían. En cuanto a los seguros de No Vida opina que la región «adolece todavía» de una infracobertura aseguradora que hace a sus economías «demasiado sensibles a la incertidumbre», ya que las tasas de primas de seguros sobre el PIB de los países son aún bajas, aunque es en esta región donde más han mejorado en los últimos años.

Estabilidad financiera

Durante la presentación la presidenta de la Asociación de Supervisores de Seguros de América Latina (ASSAL), Norma Alicia Rosas, se ha referido a la tendencia en los países latinoamericanos a adoptar un sistema de supervisión y regulación análogo al sistema «Solvencia II» europeo, que supone la adopción de un esquema de capital para el sector basado en un mejora análisis del riesgo. Destacó que la región en su conjunto está muy involucrada en los cambios normativos y que esto está repercutiendo hacia un mayor interés en el caso de los inversionistas.

Rosas ha recordado que este avance regulatorio surge por la necesidad de implementar un modelo de regulación que asegure la estabilidad financiera y estimule el crecimiento del sector.

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