BELGRANO Y EL SEGURO ARGENTINO

Trueba2Dr. Carlos Manuel Trueba (*)

Señores y señoras:

En nombre del Lic. Manuel Belgrano, presidente del Instituto Nacional Belgraniano, agradezco a la Superintendencia de Seguros de la Nación y especialmente al Lic. Juan Antonio Bontempo, la invitación para participar del homenaje a nuestro insigne prócer, Don Manuel Belgrano, quien ha sido reconocido por este Organismo como el auténtico precursor del seguro en la Argentina, motivo por el cual se descubrirá un cuadro en su honor, en el hall de este edificio.

Haré una breve justificación histórica acerca del papel desempeñado por nuestro prócer en cuanto al establecimiento del seguro en nuestro país.

Manuel Belgrano se desempeñaba como abogado de los Reales Consejos en la Metrópoli -contando sólo veinticuatro años-, cuando fue nombrado por Carlos IV Secretario Perpetuo del Consulado de Buenos Aires en 1794, previo a la creación del mismo. El ámbito de acción del Consulado de Buenos Aires se extendía a todo el Virreinato del Río de la Plata.

Debemos tener en cuenta que, no sólo se dedicó a estudiar leyes, sino que fue influenciado por las nuevas ideas que circulaban en Europa.

En España, al igual que en el resto de Europa, los intelectuales comenzaron a hacer cuestionamientos acerca de temas económicos, especialmente de la necesidad de fomentar el comercio. De hecho, fue en el reinado de Carlos III, en las postrimerías del siglo XVIII, cuando se estableció el comercio libre entre España y sus colonias, a través de la habilitación de un mayor número de puertos en América y España.

Esto significó un considerable incremento del comercio entre España y América. Debido a las condiciones en que éste se efectuaba se producían muchos siniestros y era necesario establecer seguros para evitar grandes pérdidas económicas.

Si bien existen una serie de antecedentes legales que se pueden remontar a una ordenanza de Barcelona de 1435, y aún anteriores reglamentaciones, que figuran en el Fuero Juzgo y las Partidas, el verdadero desarrollo legislativo en cuanto a los seguros lo encontramos en el título 39 de la Recopilación de las Indias de 1791, De los Aseguradores, Riesgos y Seguros de la Carreras de las Indias. Estas se ocupaban de la forma en que debían instrumentarse las pólizas, su uniformidad, forma de pago de la prima, inicio y finalización del riego, tipos de cobertura, etc.

Belgrano conocía perfectamente las obras de los economistas liberales españoles, entre ellos Jovellanos y Campomanes, que ejercieron una importante influencia en los cambios económicos propiciados por Carlos III. Podemos mencionar que Jovellanos publicó en Madrid el 20 de septiembre de 1789 su obra titulada Discurso para el Establecimiento de una Compañía Nacional de Seguros, que tuvo una amplia difusión y repercusión en España.

La formación económica de Belgrano era ecléctica, no se limitaba a las ideas de los liberales españoles, también se ocupó de la fisiocracia francesa, el liberalismo inglés e inclusive autores italianos, tales como Galiani, Genovesi y Filangieri.

En cuanto al Consulado, si bien era un tribunal comercial de carácter corporativo, cuyas raíces provienen de la Edad Media, Carlos IV tuvo una intención innovadora al crearlo en Buenos Aires en 1794 y tenía entre sus atribuciones fomentar la agricultura, ganadería, industria y comercio.

Dentro de las obligaciones del Secretario del Consulado figuraba redactar todos los años una Memoria Anual, que era leída en una sesión especial en el mes de junio en un acto en el que participaban las principales autoridades. Precisamente, en la Memoria “Medios generales de fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio en un país agricultor”, del 15 de junio de 1796, se refería a la importancia del comercio y específicamente a la necesidad de

“(…) establecer una compañía de seguros tanto, para el comercio marítimo como para el terrestre; sus utilidades son bien conocidas, tanto á los aseguradores como á los que aseguran, y deberían empeñarse en semejante compañía, al principio, todos aquellos hombres pudientes de esta capital, y demás ciudades del virreinato, á fin de que, desde sus principios, tuviesen grandes fondos, dispensándoles este cuerpo toda la protección sensible”.

A raíz de esta iniciativa de Belgrano, surgió la primera compañía de seguros en el Río de la Plata, denominada “La Confianza”.

Por lo expuesto, los belgranianos proponemos que el Día del Seguro en nuestro país sea el 15 de junio, dado que en esa fecha el Lic. Manuel Belgrano, en su carácter de Secretario Perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires, leyó la Memoria ya citada, y no el 21 de octubre, como se considera actualmente, en base a una disposición del Primer Triunvirato, cuyo secretario fue D. Bernardino Rivadavia, claramente posterior a esta primera iniciativa belgraniana, que se plasmó con la creación de la primera compañía de seguros, que existió en nuestro país.

Buenos Aires, 4 de noviembre de 2015.

(*): Miembro de número del Instituto Nacional Belgraniano