- La banca multilateral de desarrollo jugará un papel clave para atraer inversionistas institucionales e incrementar la diversidad de financiamiento de la infraestructura en América Latina y mercados emergentes de Asia Pacífico.
- La diversidad e innovación de las fuentes de financiamiento son factores crediticios positivos para la infraestructura en ambas regiones, ya que los gobiernos y la banca comercial podrían reducir la disponibilidad de financiamiento dadas las restricciones fiscales y de sus balances.
Los emisores del sector de infraestructura que se encuentran vulnerables ante caídas bruscas en la demanda y las restricciones de liquidez, como es el caso de los aeropuertos, tienen gran exposición ante la pandemia de COVID-19, pero estos solamente representan el 6% de la cartera calificada en América Latina y el 3% de la cartera de mercados emergentes de Asia Pacífico, señala Moody’s Investors Service en un nuevo reporte.
«Los proyectos de infraestructura están protegidos de los efectos de la pandemia de COVID-19, pero la calidad crediticia es distinta en ambas regiones, ya que en los mercados emergentes de Asia Pacífico, el 76% de los emisores de este sector es de grado de inversión, mientras que en América Latina solo el 37% cae dentro de esta categoría», apunta Adrián Garza, Vice President Senior Analyst de Moody’s. La naturaleza resistente de los activos de infraestructura probablemente atraerá una amplia base de inversionistas institucionales de largo plazo, lo cual resulta esencial para la diversidad de financiamiento de infraestructura en la «nueva normalidad» poscoronavirus, en tiempos en los que los gobiernos pueden presentar restricciones fiscales y los bancos estarán enfocados en el fortalecimiento de sus balances. «Sin embargo, los mercados emergentes de Asia Pacífico se encuentran mejor posicionados para atraer inversionistas al contar con un mejor historial en la última década y estar respaldados por perfiles crediticios más fuertes y perspectivas macroeconómicas más alentadoras», agregó Ray Tay, Senior Vice President de Moody’s y coautor del reporte.
La banca multilateral de desarrollo será clave para la infraestructura en América Latina y los mercados emergentes de Asia Pacífico, debido a su capacidad para mitigar ciertos riesgos crediticios, como los políticos, que restringen el apetito de los inversionistas en tiempos de incertidumbre. Esto catalizará las inversiones de inversionistas institucionales que generan financiamiento de más largo plazo que se extienda durante las vidas de los activos en mercados emergentes y economías en desarrollo.