El mundo al revés

Por el Lic. Abelardo Kwiatkowski, Director Comercial de ZEN BROKES.

A través de toda mi carrera formativa, se me inculcó que una transacción comercial debía lograr la satisfacción de todas las partes involucradas en el proceso.

Es así como debía suponer la realización de toda la cadena, desde el fabricante, la logística, el empleado, el empleador, el comprador y finalmente el usuario en caso de ser otro. Por supuesto que no me olvido del socio principal, mayoritario y por supuesto el más angurriento: El Estado

Sin embargo, hoy vivimos una situación inédita en la cual, entre otras cosas notamos una insatisfacción en la sociedad la cual se traslada a todas sus acciones. Hoy estamos ante un fenómeno pocas veces o al menos por mí, nunca visto. En un proceso de compraventa, todas las partes están molestas. Pongamos como ejemplo los seguros. Vayamos de «abajo» hacia «arriba». El asegurado está nervioso, molesto, muy afectado por la falta de trabajo, por la ruptura de la cadena de pagos, por la pérdida de ingresos y, por ende, de su poder de compra. Exige una rebaja en su póliza entre otras cosas, por la excusa que fuera a causa de la crisis. El PAS, está inquieto porque debe optar entre mantener la Prima o conservar la cartera. En cualquiera de los casos, esto representará mucho esfuerzo y sin duda, una merma de sus comisiones en términos reales. Por último, la Aseguradora también se verá afectada, tendrá que reducir sus primas con los mismos costos administrativos y mayores costos en indemnizaciones.

Evidentemente, una problemática que exigirá mucho profesionalismo y la capacidad de saber calificar y clasificar muy bien las prioridades de todas las partes.

Como vemos, el mundo al revés.

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