Más Sinlogismos(*) de Sofocleto (VIII)

¿Quién fue primero, el huevo o la gallina? El gallo.

Los espejos son inapelables.

Mordaz: El que tiene la inteligencia en la lengua.

Adular es decir a otro la opinión que él tiene de sí mismo.

Si usted oye el arpa y no ve al músico quiere decir que usted está muerto.

Deuda es un pacto por el cual se establecen dos preocupaciones.

El soltero es un polígamo clandestino.

Ojos que no ven, con razón que no sienten.

Nada tiene tantos sinónimos como las cosas innombrables.

La espiral es una línea que se echó a dormir.

Barbarie: Época en que los hombres sólo se mataban de uno en uno.

Tiburón flaco: Escuálido.

Absurdo: Lógica ajena.

La Ley es el derecho del más fuerte.

La flema inglesa no será más bien una afección bronquial.

Amnistía: Amnesia política.

Lo bueno del Juicio Final es que va a ser sin abogados.

El hombre sólo olvida las cosas que ya sabe de memoria.

Para el avestruz debe ser terrible poner un huevo.

Esos ojos que miran con los brazos abiertos!

Hay gentes cuya presencia nos llena de soledad.

Los peces son animales de perfil.

Los japoneses miran recordando.

Lo único que tienen los pobres es la razón.

Todas las religiones empiezan por una colecta.

Al ombligo se le cayó el botón.

Para estar verdaderamente a solas hay que mezclarse entre la multitud.

La opinión de los imbéciles es el termómetro de los inteligentes.

El incrédulo sólo cree en la duda.

Esos que murieron Antes de Cristo no lo supieron nunca.

(*):

Luis Felipe Angell (Sofocleto), escritor peruano.

“Los sinlogismos de Sofocleto-Estudio y selección” por Matilde Mármol.

Editorial Arica S.A. – Lima – 1968

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