El fraude en los siniestros de coche cuesta 1.200 millones a las aseguradoras

SEGURO_NoticiaAmpliadaEl 6% de los partes son intentos de fraude

Casi 900.000 conductores de la Comunitat justifican el fraude a las compañías, según el barómetro del fraude en el seguro de autos de Línea Directa

18/01/2016 – 

VALENCIA. “Hay delitos mucho peores y no se persiguen. Las aseguradoras ganan mucho dinero y cobran muy caro. No pasa nada, sólo es un arañazo”. Las excusas por defraudar al seguro del coche siguen instaladas en la sociedad española. De hecho, cerca de 900.0000 conductores en la Comunitat siguen justificando estas prácticas, que tienen «un alto coste tanto para la sociedad como para los automovilistas», según destaca Línea Directa a partir de las conclusiones del tercer Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos de Línea Directa.

Según este estudio, desde 2009 el fraude al seguro del coche se ha multiplicado por 3,5. De cada 100 siniestros declarados al seguro en España seis son intentos de estafa, lo que tiene una consecuencia demoledora para el sector, ya que, sólo en el ramo de autos, el coste global de estas prácticas se estima en unos 1.190 millones de euros anuales, casi un 20% más que en el informe presentado en 2013.

A la vista de estos datos, Francisco Valencia, director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, reclama una mayor concienciación por parte de la sociedad, ya que “9 millones de conductores siguen justificando el fraude al seguro, aunque comienza a haber algunos síntomas que anuncian una mejora, porque la intención de estafar a las compañías ha descendido a casi la mitad. Aun así, el 6% del total de los partes declarados siguen siendo un engaño que nos afecta a todos, por lo que, es muy importante que todos comprendamos que, en este tema, al final pagamos justos por pecadores. En cualquier caso, es importante destacar que lo que más nos preocupa a las compañías aseguradoras son las mafias organizadas, tanto por su peligrosidad social como por el gran coste económico que suponen”.

Distribución territorial y costes del fraude en España

Las provincias de Cuenca, Murcia y Jaén son los territorios con más fraudes, mientras que Soria, Salamanca y Burgos arrojan los índices más bajos. En la Comunidad Valenciana, Alicante registra el mismo índice de fraude que la media nacional (6%). Por debajo de esta cifra se sitúan Valencia (5%) y Castellón (5,4%).

La cuantía media de cada intento de estafa en España ronda los 1.284 euros, un 45% más que en 2013, aunque se registran variaciones importantes entre unas provincias y otras. Huesca, Lugo y Almería son los territorios con cuantías medias más altas, con 4.800€, 3.600€, y 3.200€, respectivamente. En el lado contrario se sitúan Segovia, Zamora y Zaragoza como las provincias que menor importe medio defraudan a las compañías aseguradoras, con unos costes medios por fraude de 230€, 301€, 390€ y, respectivamente.

En la Comunidad Valenciana, las cuantías son de 2.767€ de Castellón, 1.550€ en Alicante y 870€ en Valencia.

Perfil del defraudador: hombre menores de 26

En cuanto al perfil del defraudador, al del hombre joven menor de 26 años con un empleo precario o desempleado, se le suma el del hombre de mediana edad, con estudios superiores y que trabajan por cuenta ajena.

Por género, los hombres defraudan más que las mujeres, se arrepienten menos de las estafas (63,5% frente al 51,7%) y presumen más de ellas, incluso ante desconocidos. Por su parte, las mujeres fingen más lesiones que los hombres, simulan más gravedad de la real en las mismas (2,6% en los hombres frente al 19,2% de las mujeres) y desconocen más las consecuencias jurídicas del fraude. En cuanto a las razones para defraudar al seguro, los hombres lo hacen para “tener el coche en perfecto estado” y las mujeres lo justifican por su “tendencia a cuidar de la economía familiar”

Tipología del fraude al seguro de autos

Según Línea Directa, el 94,5% de los intentos de fraude son relativos a los daños materiales y el 4,5%, a las lesiones, aunque el importe medio de estos últimos multiplica por 30 al de los primeros (17.300€ de media en las estafas de lesiones frente a 550€ en las de daños materiales).

Por tipo de estafa, los daños ajenos al siniestro siguen siendo la tipología más habitual en los fraudes materiales, ya que está presente en 3 de cada 4 casos. Le siguen, a más distancia, los montajes preparados con antelación en los que intervienen varias personas (12%), los fraudes por presupuestos inflados (7%), las averías declaradas como siniestros (1,5%) y los falsos hurtos (1%). En cuanto a las lesiones, sólo un 2% son por enfermedad o lesión anterior al accidente, siendo el resto (98%) simulaciones o falsos agravamientos de un daño real, con el esguince cervical como caso más frecuente.

Respecto a la época del año, la época previa a las vacaciones (mayo, junio y julio) y el mes de enero son los que más fraude registran. Por días de la semana, el lunes es el día con más fraudes, con un 19% de los casos, mientras que el fin de semana registra muchos menos fraudes: un 10% el sábado y apenas un 9% el domingo.

Para completar el alcance de su investigación, Línea Directa ha querido pulsar la opinión y la percepción social de este fenómeno, para lo que ha realizado una encuesta a más de 1.200 conductores de toda la geografía española. Las conclusiones muestran algunos síntomas de mejora, ya que la intención de cometer el fraude se ha reducido a casi la mitad respecto a hace dos años, lo que podría ser un indicio de cierto retroceso de estas conductas al que asistiríamos en los próximos años.

Aun así, 5,2 millones de automovilistas siguen reconociendo que podrían cometer fraude si supieran que no van a ser descubiertos y 9 millones lo justifican (35%). Asimismo, existe un mayor conocimiento de las consecuencias legales que conllevan estas prácticas, que los encuestados comienzan a asociar a una situación puntual de necesidad y no a un tema cultural.

Por último, la encuesta arroja una conclusión interesante: el 70% de los conductores de la Comunidad Valenciana (1,9 millones de automovilistas), un porcentaje muy parecido a la media nacional del 73%, afirma que no tendría ningún problema en denunciar a alguien si obtuviera un beneficio económico directo a cambio, una práctica muy habitual en países como Estados Unidos o Reino Unido.

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