Se declara ilegal la nacionalización de AIG, pero el daño y perjuicio a los accionistas no se indemnizará

aigLa nacionalización de AIG fue ilegal. Así lo ha señalado el juez Thomas Wheeler en una resolución hecha pública ayer en distintos medios de comunicación. De esta forma queda sentenciado que el Gobierno estadounidense no tenía derecho de nacionalizar la compañía en 2008, pero no deberá indemnizar a los ex accionistas descontentos ni ha aceptado el reclamo por daños y perjuicios del principal demandante, Maurice Greenberg, expresidente y CEO del grupo y accionista porque, según señaló el juez, la nacionalización salvó a la aseguradora de la quiebra durante la crisis financiera.

Greenberg reclamaba al Gobierno, junto a otros accionistas reunidos en el seno de la sociedad STARR INTERNATIONAL, más de 40.000 millones de dólares. En el transcurso del juicio, que duró ocho semanas a finales de 2014, todas las grandes autoridades financieras implicadas declararon ante el estrado judicial: desde Ben Bernanke, entonces presidente de la Reserva Federal, hasta Timothy Geithner, secretario del Tesoro de la administración Obama, pasando por su predecesor Henry Paulson. Todos coincidieron en justificar el hecho de que el Estado tomara el control de la aseguradora a través de la Fed afirmando que «una quiebra de AIG habría provocado un pánico masivo a escala mundial».

Cabe recordar que en septiembre de 2008, en plena crisis financiera, el banco central estadounidense otorgó un préstamo de 85.000 millones (75.656 millones de euros), con tasas de interés muy elevadas y tomando el control del 79,9% del capital de AIG, lo que implicó además el despido del director ejecutivo. Las inyecciones de fondos públicos en AIG terminaron alcanzando los 182.000 millones. Desde entonces, AIG reembolsó la totalidad del préstamo al Estado, regresó al sector privado y volvió a registrar beneficios.

Un portavoz designado por AIG subrayó al respecto que «nada permitía a la Reserva Federal tomar el control de un grupo privado o conducir sus actividades como si el gobierno fuera su propietario». «Una cosa es haber dado un préstamo de 85.000 millones a tasas exorbitantes pero otra es haber remplazado al director de AIG y haber tomado el control de sus operaciones», añadió. Por su parte, la Fed indicó en un comunicado hecho público ayer que cree «firmemente que sus acciones durante el salvamento de AIG, en el momento más álgido de la crisis financiera de 2008, fueron legales, apropiadas y eficaces».

Fuente: Boletín Bds 16/6/2015

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