Productores de seguro chaqueños impulsan la profesionalización del sector

Jorge Zottos, presidente de la Federación de Asesores Productores de Seguro de la Argentina.

Con la visita de Jorge Zottos, presidente de la Federación a nivel nacional, los referentes provinciales reforzaron una tarea que basa su éxito en la información y la transparencia.

Días atrás organizaron un encuentro en el que pusieron al día a sus pares (hay alrededor de 200 productores matriculados en toda la provincia, la mitad en Resistencia) sobre los pilares fundamentales que postulan desde la Federación y la Asociación: la conciencia aseguradora, especializar a los productores en el profesionalismo de la diversidad de carteras (no únicamente seguros de auto y riesgos de trabajo, sino integral de comercio, combinado familiar, accidentes personales, todos los riesgos operativos para la industria) y el mayor desafío de todos: «que el productor asesor de seguros se acerque a la Asociación y a la Federación y se comprometa a realizar su trabajo profesional y ético colaborando con nosotros».

Aparte de Zottos, estuvieron en la Redacción de Diario Chaco Marcelo Anfione y Luis Donda, presidente y vice de APASCH, y Leopoldo Varela, encargado de comunicación y capacitación de  FAPASA.

Zottos recordó que en todo el territorio argentino hay veinte asociaciones, entre ellas la chaqueña, ubicada en Obligado 310, planta alta, en la ciudad de Resistencia. «Lo que estamos promoviendo por medio de la Superintendencia de Seguros de la Nación, compañías de seguro y las asociaciones de productores asesores, es asesorar a la población de que la mejor forma de tener un seguro es por medio de un productor. Se analizan valores de una propiedad o un negocio, y en el caso de un auto, que a veces se toma responsabilidad civil hacia terceros únicamente, y no le cubre el automóvil propio del asegurado. Todos esos aspectos deben conocerse, porque por ahí pagan ochenta o cien pesos un seguro y creen que les cubre hasta los daños del propio vehículo».

Al respecto, Varela señaló que el problema del seguro es que «uno sabe si sirve o no en el momento del siniestro, salvo que lo haya contratado con un productor que lleva a cabo todo el asesoramiento previo para que la persona tenga el servicio que se le ha prometido al momento de contratar el producto».

Si un asegurado siente que no han cumplido con la promesa del contrato, lo que puede hacer es llamar a la asociación de Chaco; la dirigencia de la entidad se pondrá en contacto con el Defensor del Asegurado, que es una institución con la que la Federación hizo un convenio recientemente: «Sin que el asegurado tenga que pagar nada, toma el caso y lo resuelve. Hay compañías que están adheridas a ese régimen, para las que el fallo del Defensor es inapelable. Si corresponde a las 21 empresas adheridas a ese régimen, que dicho sea de paso son las más importantes, tienen la obligación de hacer lugar a ese fallo».

Entre los motivos más comunes para que la cobertura de un seguro genere un conflicto entre las partes o incluso su judicialización, están las lesiones humanas, pero también los choques en cadena y robos de cubiertas: son distintos factores que alteran la indemnización, ya que se entiende de una manera por parte de la compañía de seguro y distinta para el asegurado, explicó Zottos.

«En general, la mayoría de las cosas que son de buena fe fallan por falta de información del asegurado», resaltó Varela, «por eso es que hay necesidad de generar una conciencia de la prevención, porque mucha gente piensa que la indemnización del seguro le va a cubrir el total del daño que tuvo, y en realidad entran una serie de variables que tienen que ver con el uso del automotor, por ejemplo. Obviamente le van a cubrir el daño del automotor, pero no es para sacar una ganancia. Es muy importante que la gente esté al tanto de cuál es la cobertura que tiene. Además hay que recordar que la cobertura `más barata´ sirve nada más que para andar por la ruta. A veces es para tener la certeza de que si me para la policía puedo seguir adelante, pero lo que uno debe buscar en un seguro es que en el momento en que se produzca el siniestro, se pague lo que corresponde. No es el tema de tener el papel».

Donda, por su parte, puso el foco en uno de los territorios más conflictivos del sector: «El productor asesor de seguros es uno de los canales de comercialización de las compañías. Otro de los canales son los agentes institorios, como los bancos. Parte de nuestro trabajo es asesorar a la persona sobre el riesgo que quiere cubrir y qué producto le conviene más, y hacer el seguimiento al momento del siniestro. Una de las falencias más notables sobre todo en lo que respecta a los agentes institorios, y en especial los bancos, es que la gente sabe que tiene un seguro pero no tiene una póliza. Por `h´ o por `b´ la póliza nunca llega. Con la figura del productor asesor, el asegurado puede ir a reclamarle la póliza que adquirió».

De hecho, una de las funciones de la Asociación es recepcionar reclamos o denuncias sobre falsos productores, falsas compañías o pólizas inexistentes en la Superintendencia de Seguros de la Nación.

«Otra cosa que debe saber la gente es que los productores de seguro tienen un régimen de capacitación. Para tener la matrícula hay que hacer un curso, hay que rendir 492 horas de cátedra, y después rendir un examen. No es lo que pasa con los agentes institorios, que en algunos casos, como hemos denunciado, ni siquiera tienen el título secundario. Peor aún: hay muchos agentes institorios que han sido productores inhabilitados en su momento», advirtió Varela.

El productor asesor tiene, además, la obligación legal de capacitarse todos los años.

MAL NEGOCIO
Zottos también puso en blanco sobre negro otra de las limitaciones de un sector en el que los trabajadores son independientes, usualmente «sus propios jefes», y optan por comercializar una clase de productos en desmedro de otros: «Hay una problemática en todo el interior del país: el productor se dedica a vender seguros para autos o riesgos de trabajo y se olvida de los otros riesgos. Tenemos presencia de brokers o productores de Buenos Aires o de Capital Federal que terminan llevándose la mejor porción de la torta. Esto se da por falta de profesionalización y diversificación de carteras».

Insistieron en la necesidad de abarcar todos los riesgos en lo que hace a la conservación tanto del patrimonio como de la vida de las personas. «Los productores tenemos un `vicio´que es cubrir uno o dos riesgos. Además son dos riesgos `obligatorios´ de cubrir», ejemplificaron.

Varela enmarcó la problemática en la `cultura aseguradora´: «Es necesario trascender eso y generar verdaderamente conciencia de que el seguro sirve a una dinámica económica previsible. También hay cuestiones culturales muy fuertes: la gente tiene más propensión a hacer un seguro de un auto, que es obligatorio, y el de vida ni lo toca. ¿Por qué pasa eso? Hay ingredientes sociales».

PERFECCIONAMIENTO
La Asociación, con el apoyo de la Federación, ya está realizando cursos para aspirantes a productores asesores de seguro. El 2 de agosto se pone en marcha el segundo. «La idea nuestra es tratar de juntar, de unir a los productores porque estamos muy dispersos. La asociación hace una actividad cuasi gremial; los productores son independientes y cada uno trabaja por su cuenta: de ahí la importancia de convocarlos», explicaron.

Finalmente señalaron que el hecho de que ciudadanos chaqueños estén haciendo los cursos de capacitación para aspirantes «es un avance en federalismo», porque hace unos años no había esos cursos: «La persona que quería ser productora tenía que dar los exámenes en carácter de libre, con lo cual quedaba porcentualmente una cantidad de fracasos mayor que en otros lugares. Además genera una dinámica en la propia Asociación que es muy importante».

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