Luego de 20 días de internación, murió Julián Giménez (28), piloto de Aerolíneas Argentinas, que fue arrollado después de una discusión cuando circulaba con una moto por el partido de Vicente López. Fue atropellado por Santiago Tomás Mazzini (37), abogado, el pasado 4 de agosto, en el cruce de San Martín y Remedios de Escalada, en Florida, Provincia de Buenos Aires. Según registraron las cámaras de seguridad del municipio, todo comenzó con un altercado verbal luego de que la camioneta de Mazzini encerrara a la moto que conducía Giménez. Acto seguido, el piloto le aplicó un puñetazo al espejo retrovisor de la 4×4, rompiéndolo. Mazzini, conductor del Jeep negro reaccionó de inmediato, cambió bruscamente de carril y embistió con violencia al motociclista, quien quedó atrapado debajo de la camioneta, en grave estado, falleciendo esta semana. Hasta el momento, Mazzini no se ha presentado a declarar ante la justicia. Una vida joven se ha perdido y otra se encuentra arruinada por la agresividad al volante.
El tránsito nos obliga a compartir el espacio de la vía pública, y pone a prueba nuestra capacidad para convivir y tolerar frustraciones. Muchas veces, es poca la paciencia, más aún en estos tiempos difíciles, en que la alteración sorpresiva y radical de la vida cotidiana fruto del coronavirus, está acarreando múltiples efectos en la salud de gran parte de la población, con alteraciones psicofísicas diversas de menor o mayor intensidad, relacionadas con el estrés y sus consecuencias. En los conductores de vehículos, esta situación puede acarrear graves consecuencias, muchas veces irremediables, como ésta. Conducir es una acción compleja que exige mucho más de lo que parece. Involucra al conductor psicológica y físicamente. Requiere de concentración y un estado de alerta y atención permanentes y una rápida evaluación y respuesta ante imprevistos.Un conductor estresado no está en las mejores condiciones para conducir con seguridad ya que las exigencias del tránsito lo sobrepasarán fácilmente, aumentando significativamente la tensión y el malestar interior. (Para saber más Revista Luchemos por la Vida N° 28)
En una encuesta realizada por Luchemos por la Vida, entre conductores de vehículos, de ambos sexos, el 53% reconoció que insultaba y/o gesticulaba a otro conductor que lo molestaba con sus maniobras y 1 de cada 10 conductores varones, alguna vez, se había trenzado físicamente en una pelea por el tránsito. Es muy importante mantener el autocontrol ante los conductores agresivos, evitar provocarlos o engancharse con sus provocaciones para evitar choques o situaciones de violencia con riesgo de vida.
Algunos consejos para evitar a los agresivos al volante:
- No provocar. Ya sea, encerrando al sobrepasar, circulando más despacio por el carril izquierdo, pegándose atrás de un vehículo o haciendo gestos obscenos.
- No engancharse. Un conductor enojado no puede empezar una pelea a menos que el otro se enganche. Usted puede protegerse de los conductores furiosos evitando enojarse con ellos.
- No responder a una provocación. No provocar con la mirada. Si piensa que el otro conductor lo está siguiendo o intentando comenzar una pelea, pida ayuda, deteniéndose en un sitio con gente.
- Poner distancia. Dele a los conductores enojados mucho espacio en el camino.
- No tomarlo como algo personal. Mantenerse sereno y no tomar las acciones de los otros conductores como algo personal. Pensar que el otro puede tener algún problema serio, que lo motiva a esa acción.
- No competir con los demás conductores. No es necesario demostrarle a nadie el valor o la razón.
- Procurar mantener la calma y tener paciencia ante las condiciones adversas del tránsito.
Pensar que la salud y la seguridad están en juego.
FUENTE: Asoc. Civil Luchemos por la Vida.