LOS (+) y LOS (-)

WittwerI) A modo de presentación

Lic. Nicolás Wittwer Pruyas

Especial para El Seguro en acción

Dentro de nuestro querido “mundo del seguro argentino”, no creemos en la mirada blanca y radiante; ni en la visión negativa y cerrada; ni coincidimos con quienes quieren seguir escondiendo la basura debajo de la alfombra. Nos jugamos por la visión global, exponiendo los (+) y los (-), para generar el análisis y el debate enriquecedor. De eso se trata esta columna.

Bienvenidos a “Los (+) y los (-)”. El objetivo de esta columna es comentar y analizar hechos que se suscitan en el seno de la actividad aseguradora. Comportamientos y acciones llevadas adelante por entidades aseguradoras, asegurados, productores asesores de seguros y la Superintendencia de Seguros de la Nación. Encontraremos en los diferentes relatos, prácticas loables, dignas de imitar, como así también algunas conductas que resultan reprochables o impropias.

Abordaremos, asimismo, cuestiones de tipo estructural. Por ejemplo: quienes pertenecemos al sector conocemos la importancia que tiene el seguro, en la vida cotidiana de cualquier sociedad moderna. Desde el resguardo de lo que más valoramos, como nuestras familias, hasta aquello que nos costó tanto obtener, como una fábrica, un comercio, una vivienda, o simplemente ese vehículo que durante tanto tiempo anhelamos y al cual finalmente pudimos acceder.

Pero no alcanza únicamente con que los mismos de siempre conozcan los beneficios de contar con una cobertura. El desafío radica en popularizar el conocimiento, esto es, que la sociedad se adueñe de la información y la utilice en su beneficio. De esta manera, estaremos generando ciudadanos más conscientes de los riesgos inherentes a toda actividad humana, como así también de los mecanismos para disminuir las probabilidades de ocurrencia de un evento (políticas de prevención) y aquellos que permiten aminorar las potenciales pérdidas, si ese evento efectivamente ocurre. Es decir, pensar el antes y el después.

Digamos entonces y a modo de presentación, que la presente propuesta no representa ningún descubrimiento, simplemente se trata de poner “arriba de la mesa” algo que todos conocemos: en la operatoria diaria de la actividad aseguradora no está ni todo mal, ni todo bien. No está todo mal, porque tenemos una historia bicentenaria demostrativa del respeto a los compromisos asumidos. Y porque, en lo reciente, el sector ha tenido un crecimiento muy importante, con la consiguiente creación de nuevas empresas (y nuevos puestos de trabajo). Y no está todo bien, entre otras cosas, porque persiste una visión temerosa y un tanto negativa por parte de la comunidad hacia el sector, percepción que se puede corroborar con los resultados del estudio de diagnóstico del sector asegurador llevado adelante por la Superintendencia de Seguros de la Nación. Aunque no hace falta presentar los resultados cuando una parte importante sabe de qué manera el seguro puede, siendo socialmente responsables, tener un salto de confianza por parte del conjunto de la ciudadanía.

Y es ahí donde la presente columna pretende brindar aportes hacia el futuro: analizar experiencias cotidianas que afectan a trabajadores/as, familiares, amigos y/o vecinos, desenmascarando lo negativo y promoviendo las acciones orientadas al aumento de la transparencia y confiabilidad del sector.

Dato a tener cuenta: por primera vez en la historia de nuestro país, el sector asegurador tiene un Plan, impulsado por el Estado y con la participación activa de todos los actores (los que quieren, por supuesto). Y si de Planes hablamos, éste en nada se parece al que alguna vez prometió un candidato colorado de la Provincia de Buenos Aires (pista: no es el Chapulín Colorado). No se asemeja, porque la hoja de ruta impulsada desde el sector público con la participación de todos los actores del mercado, logró transformar ideas en acciones concretas y promesas en realidades. Esta hoja de ruta, con un horizonte al 2020, requiere el compromiso de todos los integrantes del sector para llegar a buen puerto.

Responsabilidad compartida: defender lo logrado y trabajar por lo que falta.

Involucrarse y comprometerse significa, en primer lugar, denunciar las malas prácticas en materia asegurativa, con el objetivo de eliminarlas. La participación ciudadana, y su organización en Asociaciones, Cámaras, Federaciones, entre otros, es lo que permite que se escuchen voces que de otra manera estarían silenciadas. Ahí radica la importancia de pensarnos colectivamente. Individualmente, nuestros aportes/sugerencias/quejas pesan menos que si nos expresamos en conjunto. Por otro lado, las buenas acciones que brindan transparencia y confianza en el sector, también deben ser puestas en conocimiento, en el afán de replicarlas y multiplicarlas.

En los últimos años el sector ha avanzado, en ciertas temáticas, a pasos agigantados. La capacitación de los intermediarios de la actividad ha despertado elogios a nivel regional, lo que repercute directamente en un mejor asesoramiento al asegurado; las empresas se han puesto el objetivo de fortalecer las acciones en materia de responsabilidad social, logrando amalgamar objetivos tantas veces enfrentados, como ser la búsqueda de ganancia y el compromiso social y; el Organismo de control ha adquirido un rol protagónico, cumpliendo no sólo con su papel de supervisor, sino también (y ahí radica un cambio de paradigma muy prometedor), de impulsor y promotor de las buenas prácticas en la materia. Así como cualquier sociedad se torna más exigente una vez logrado ciertos estándares de calidad de vida, las políticas innovadoras del sector no se pueden detener, teniendo en cuenta su inserción en sociedades más capacitadas, más informadas y más exigentes.

Y hasta aquí llegamos, por hoy. Desde la próxima columna, empezaremos el abordaje de los más y de los menos del seguro argentino. Ejercicio y desafío, si los hay (para el cual sus sugerencias y reflexiones serán bienvenidas).

Apreciado lector, esperamos reencontrarlo dentro de quince días.

Lic. Nicolás Wittwer Pruyas

n_wittwer@yahoo.com.ar

Economista UBA

Ex subgerente de Relaciones con la Comunidad, Superintendencia de Seguros de la Nación.

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