Stefano Marzotta, Director Actuarial, y Germán Rodríguez, Director de Operaciones y Marketing, ambos de Americal Reinsurance Brokers, analizaron la siniestralidad por muertes por Covid 19 de seguros de vida en 2020, 2021, en Argentina, en Latam y en el mundo.
La información estadística sobre los efectos en la mortalidad que ha dejado el COVID 19 en la población general en los distintos países ya es bastante clara y desarrollada. Arrojando conclusiones como por ejemplo la relacionada al indicador de exceso de mortalidad (métrica definida como el porcentaje de fallecimientos en exceso del promedio de los últimos 5 años, previos al inicio de la pandemia) que en términos generales podríamos ubicar, para los mayores de 65 años, en torno a un 10% y 20% para los años 2020 y 2021 respectivamente y un guarismo marcadamente inferior para los menores de 65 años donde paradójicamente la mortalidad, en términos generales, ha descendido en este grupo etario, probablemente producto de los cambios de habito y los mayores cuidados que lograron disminuir otras enfermedades infectocontagiosas.
Otra conclusión determinante es la correlación de los efectos en la mortalidad en relación al desarrollo socio económico de los distintos países. Por ejemplo la región latinoamericana tuvo niveles de exceso de mortalidad que duplicaron los sufridos por países desarrollados. Países como México, Bolivia y Colombia tuvieron un exceso de mortalidad del orden del 45%, 35% y 33% respectivamente que si lo contrastamos con países como Israel, Francia o Reino Unido las tasas no han superado el 10%. Argentina tuvo un exceso de mortalidad del 10% y 20% para los años en cuestión.
Ahora bien, los efectos de este exceso de mortalidad en el mercado asegurador de vida han tenido impactos muy diversos, dependiendo de las características de los productos que se comercializan en cada región y de las composiciones etarias de las carteras. Por ejemplo, en Argentina la mayoría de los productos que se comercializan de vida individual tienen la exclusión de Pandemia a diferencia de vida colectivo donde muy pocos productos la excluyen. Hemos visualizado algunas carteras de vida colectivo con una sobremortalidad en el orden del 10% en ambos años consolidados y en otros portafolios con distribuciones etarias mayores el impacto ha superado el 50%.
En los países desarrollados donde existen carteras importantes con productos de renta vitalicia el exceso de mortalidad ha compensado las pérdidas de los productos de indemnización por fallecimiento.
Desde la perspectiva del reaseguro, según información provista por varios reaseguradores, las mayores pérdidas las han sufrido en Latinoamérica y particularmente en productos de bajo requerimiento de suscripción, como ser carteras de saldos deudores bancarios.
Ramos Patrimoniales más afectados
Haciendo una división en términos muy generales, una tercera parte de las pérdidas se visualizaron en las coberturas de cancelación de eventos, otro tercio en property, básicamente en las coberturas de interrupción de negocio y el resto en otras coberturas.
El aporte del reaseguro de vida al desarrollo de nuevos productos
El reaseguro ha sido siempre un socio fundamental para el desarrollo de nuevos productos y un vehículo de transmisión de conocimiento entre las empresas de seguros de los distintos países. Los reaseguradores participan en programas alrededor de todo el mundo que van nutriendo de información estadística, comportamientos siniestrales y experiencias comerciales que son de suma importancia a la hora de desarrollar un nuevo producto para una compañía de seguros.
