El Superintendente de Seguros de la Nación, Dr. Guillermo Plate, disertó en el Seminario Internacional sobre Seguros y Reaseguros, organizado por la revista Mercado Asegurador, dirigida por Pedro Zournadjian.
Allí dejó interesantes definiciones.
Luego de analizar las brechas de protección del seguro en la Argentina, enfatizó que uno de los objetivos de su gestión es «regular menos para supervisar más».
En primer término, analizó la brecha de penetración del seguro: “Vengo de hablar en un foro internacional donde los temas que se están debatiendo son el impacto de las catástrofes naturales, y como llegar al mercado con nuevos productos.
Nosotros estamos en una situación distinta. Todavía estamos más debajo de los estándares internacionales en materia de supervisión.
A nosotros nos preocupa la baja penetración del seguro (¿cómo llegar a cubrir mayor cantidad de riesgos), las inversiones de las aseguradoras, el rol fundamental de las inversiones en la economía, y el desarrollo del mercado de capitales, para generar trabajo.
Esto también forma parte de la brecha de protección que tiene el seguro.
Nos preocupa no tener un sistema jubilatorio donde no se ha desarrollado un tercer pilar voluntario. Esto también constituye una brecha de protección.
Dado que el nivel de protección del seguro es bajo, hay una enorme oportunidad de crecimiento.
La baja penetración del seguro de Vida y Retiro también forman parte de esta brecha de protección.
Otro aspecto a cubrir es el riesgo cibernético, el robo de identidad, los riesgos climáticos, entre otros.
El año pasado el quinto evento catastrófico más importante en la zona del Río de la Plata fue la sequía. Se registró una pérdida aproximada de 20 mil millones de dólares. En el mundo este riesgo se está cubriendo con seguros paramétricos, que aquí tienen que tener un mayor impulso».
Más adelante, se preguntó: «¿Cuál es el rol del regulador? Crear las condiciones para que el mercado florezca. Garantizar una economía ordenada, y también un mercado ordenado.
En Argentina también estamos viviendo un problema reputacional del seguro. Esto habla mucho del mercado. Debemos ponernos de pie y superar esta mala reputación, con trabajo, de todos los sectores. Celebro a todos aquellos que todos los días se empeñan en salir a asesorar y vender seguros, y a hacer las cosas bien.
Todos tenemos algún conocido que tuvo un siniestro y tiene algún problema para cobrar el siniestro. Eso demuestra que hay aseguradoras que se han olvidado de ser aseguradoras. Se olvidaron de pagar siniestros.
Nuestra gestión asumió en diciembre pasado. Y hemos detectado varias irregularidades. Hemos visto aseguradoras que no pagan los juicios, que no pagan siniestros, que emitieron cheques sin fondos, y llegamos al punto de que una aseguradora se liquidó porque un juez pidió su quiebra (y no por liquidación del órgano de control). Tenemos que recuperarnos de esta situación.
Incluso, cuando asumimos, encontramos aseguradoras que no han pagado la tasa uniforme de la Superintendencia de Seguros de la Nación. Esto es inconcebible en el exterior. Es como practicar un deporte y no pagar la cuota del club. Esas aseguradoras se financiaron con la tasa uniforme, que pagan los asegurados en sus premios.
Todo esto es un problema de conducta de parte de algunos aseguradores. El seguro, que tiene que pagar siniestros, no cumple con su objeto.
Para superar todo esto, tenemos que regular menos para supervisar mejor. Observamos que no hay un balance entre la enorme cantidad de informes que se piden y lo que tenemos que supervisar realmente. Estamos tapados, tanto en la Superintendencia como en las aseguradoras, de pedidos de informes que no hacen a una buena supervisión.
Nuestra misión es transformar esta realidad, supervisar mejor y lograr un mercado más ordenado y transparente para todos».
