Sara Liberman, se decidió por cursar la carrera de Actuario cuando casi nadie lo hacía. Otro hito importante en su carrera fue su incorporación, muy joven, recién recibida, al Instituto Nacional de Reaseguros, su escuela en varios aspectos. Hace 10 años fundó CONSURE Consultora Actuarial, de la cual es Directora Ejecutiva.
En esta entrevista, sostuvo que la innovación es fundamental para la supervivencia de las aseguradoras argentinas.
El Seguro en Acción (ESA): ¿Por qué decidió ser actuaria? ¿Qué la atrajo de esta profesión?
Sara Liberman (SL): Cuando entré a la facultad de Ciencias Económicas, no conocía la carrera. Mi idea era ser Contadora Pública. Pero rápidamente me di cuenta de que no era lo mío. ¿Por qué? Porque lo que más me gustaba era la matemática. Entonces «descubrí» que existía la carrera de Actuario. Comencé a buscar información y a alumnos que estuvieran cursándola, para que me contaran de qué se trataba. No fue sencillo, encontré mucha reticencia en responderme. Como diríamos hoy: «mala onda». Sumado a los comentarios acerca de lo difícil que era recibirse, que era como el caso de los escribanos…
Recuerdo una tarde, subiendo las escaleras hacia el aula con una compañera de curso, que me dijo: «a mi esta carrera no me va a arruinar la vida» y dejó.
Pensemos que en esa época las materias específicas de la carrera eran cursadas por no más de siete u ocho alumnos. Incluso llegamos a estar solo yo y el profesor, mientras que en la actualidad hay 30 o más alumnos.
Hoy, muchos años después de haber tomado la decisión de seguir esta carrera, estoy cada día más convencida de haber hecho lo correcto.
En aquéllos tiempos la actividad del Actuario era diferente, algo más restringida, de lo que es actualmente.
La carrera de Actuario requiere de una consistente formación matemática y una propensión hacia las actividades analíticas, lo cual, unido a mi interés personal por todo lo relacionado con la economía, la política y la necesidad de comprender el comportamiento social, me llevaron a su elección.
Lo que más me atrajo, es que en nuestra profesión no existe la rutina. La tarea que desarrollamos es distinta cada día. ¡Jamás me aburro!
ESA: ¿Cuál es, esencialmente, la tarea del Actuario en la actividad aseguradora?
SL: Las incumbencias profesionales del Actuario están determinadas por el Art. 16º de la Ley 20.488, que establece como campo de acción para esta rama de las ciencias económicas, el comprendido por actividades tales como: seguros, informes estadísticos, probabilidades de vida y planeamiento económico financiero de sistemas de previsión social y planes de ahorro.
En el ámbito de la actividad aseguradora, las tareas del Actuario se han ido ampliando cada vez más. Tradicionalmente, se relacionaban con el cálculo de primas y tarifas, todo aquello relacionado con la valuación de acontecimientos futuros fortuitos o la determinación del valor económico del hombre, planes de seguros de vida y reservas técnicas.
Con los años la tarea del Actuario se ha diversificado. Se incorporó el análisis de los productos vigentes y su adecuación a las necesidades del mercado, el desarrollo de nuevos productos, el ajuste de los planes de las casas matrices extranjeras a la legislación y las formalidades locales, entre otros.
ESA: ¿En cuáles otras áreas pueden actuar los Actuarios, más allá del seguro?
SL: En bancos, compañías de capitalización, ahorro y préstamo, ahorro Previo, Bolsas de Valores, Sistemas de Salud, Investigación de Mercado, en la Seguridad Social, PyMEs, en el Estado, en Universidades, en pericias judiciales de parte y de oficio.
El rol del Actuario en temas informáticos ha crecido exponencialmente. Su papel es clave ya que define la tarea a realizar, los datos que deben capturarse, los resultados, el soporte en la implementación de software. Es el nexo perfecto entre las áreas técnicas y las de sistemas.
La labor del Actuario es cada día más requerida, no sólo en los ámbitos tradicionales como el mercado asegurador y el financiero, sino también por todo tipo de empresas.
ESA: ¿Cómo evalúa la situación actual del seguro argentino?
SL: La situación del mercado asegurador argentino no puede evaluarse como independiente del contexto socio-cultural y económico del país.
El mercado asegurador, como todos los restantes mercados, se encuentra inmerso e influenciado en y por dichos contextos y como tal, es susceptible de los avatares que en ellos se producen.
En mis años de actividad en la industria del seguro, el mercado asegurador, con algunos matices, siempre estuvo por despegar o por aguardar “tiempos mejores”; con algunos períodos de optimismo y otros de “esperar hasta que aclare”. La actividad seguirá creciendo, reinventándose y readecuándose a las nuevas circunstancias.
ESA: ¿Qué cosas cambiaron en los últimos 10 años en el mercado?
SL: Podemos mencionar la aparición de PLANeS, los cambios en el mercado de reaseguro, el dictado del nuevo Código Civil y Comercial, la adecuación de los planes de seguros que implicó el relevamiento y análisis de la totalidad de los instrumentos contractuales, la determinación de las coberturas más adecuadas a los bienes objeto del seguro, etc.. Ello nos ha marcado años intensos de labor.
Otro gran cambio, es la Resolución de tarifas Nº 32.080/07.
En materia de reaseguros, la Resolución 40163/2016. A partir de esta medida, la Superintendencia autoriza a las aseguradoras a realizar operaciones de reaseguro pasivo en todos sus ramos con reaseguradoras admitidas siguiendo un paulatino y esquematizado cronograma que culminará en julio de 2024.
Estamos al aguardo de nuevas medidas, a partir del cambio producido hace muy poco en el Organismo de Control, cuya estructura de personal jerárquico está modificándose.
ESA: En cada trimestre, observamos que los balances del conjunto de las aseguradoras (es decir, el mercado en su conjunto) arrojan resultado técnico negativo. Y esta situación lleva años. ¿Cómo se pueden revertir los resultados técnicos negativos en el mercado argentino?
SL: La estructura y resultados financieros positivos, compensando los resultados técnicos negativos, desde hace años parece ser sistémica y deberá cambiar.
Para quebrar los resultados técnicos negativos es necesario un aumento de las tarifas, de manera tal que se dejen de compensar con resultados financieros únicamente.
El resultado técnico negativo, tiene que ver no sólo con los siniestros y la estructura de costos del mercado, sino con la volatilidad de la economía.
Se debería apuntar a obtener un resultado técnico positivo,ya que el componente inflacionario desvirtúa el negocio.
ESA: ¿Cuáles políticas tendría que aplicar nuestro mercado para reducir los déficits técnicos actuales?
SL: Claramente, el mercado debería comenzar a manejar criterios técnicos para el cálculo de las tarifas.
Pero para mejorar los resultados, no alcanza con una acción aislada. Se trata de un conjunto de medidas a abordar que deben ser sostenidas en el largo plazo: una mejor suscripción, una política de tarifación suficiente, la disminución de la inflación, la constitución de reservas técnicas adecuadas, entre otros. También, los fallos judiciales y la inflación. En este contexto, se debe mejorar el cálculo técnico, hacer un control más estricto de los gastos, una mejor selección de riesgos y administración de los siniestros para, de esa manera, poder cumplir con la Resolución Nº 32.080 que fue y es un intento para lograr revertir los resultados negativos.
ESA: ¿Cuáles son los aspectos de la evolución del mercado de seguros que más le preocupan y cuáles caminos propone para solucionarlos?
SL: Me preocupa que el foco esté puesto en Automotores y me alienta ver la cantidad de nuevos productos en el mercado. Es un gran aliciente.
Hay otras coberturas que no se miraban, como por ejemplo, Combinado Familiar, incluso teniendo las aseguradoras la posibilidad de realizar un muy buen cross selling, ganando oportunidades de muy buenos negocios.
Creo que es importante apuntar al desarrollo de ramos nobles como Combinado Familiar, Integral de Comercio, AP, Incendio, entre otros, y ampliar la línea de productos.
ESA: ¿Qué nos puede comentar de su actividad en el INdeR? ¿Cuál es el recuerdo que más perdura de su paso por dicho Organismo? ¿Qué aprendió en el INdeR?
SL: Recién recibida, ingresé a la Gerencia Técnica del INdeR. ¡Imaginate! Una egresada de la carrera de Actuario, sin experiencia laboral ni profesional en la actividad de seguros.
El INdeR constituyó mi “maestría” en seguros. Una gran parte de mi bagaje técnico y profesional lo aprendí y aprehendí allí. La experiencia adquirida fue y es invalorable.
Convengamos en que muchos de los planes de seguros con los que se opera en la actualidad, actualización más actualización menos, fueron desarrollados técnicamente en el INdeR.
Como te podrás imaginar, son muy gratos los recuerdos que tengo. Y ello es lo que perdura en mí.
ESA: Consure Consultora Actuarial cumplió 10 años. ¿Por qué la fundó?
SL: Mi premisa al fundar Consure fue y es que nuestro negocio es el de nuestros clientes. En ese sentido, pensamos y actuamos como socios y no como consejeros académicos. Compartimos sus aspiraciones y trabajamos para entender su realidad, alineando nuestros objetivos con los suyos.
ESA: ¿Cuál es el tipo de servicio que brindan en Consure Consultora Actuarial?
SL: Tal como te comentara, la actividad de Consure tiene como cometido primordial satisfacer las necesidades sus clientes, y una de ellas es precisamente la actualización e incorporación de nuevos productos a las realidades cambiantes en un mercado altamente competitivo. Ellos nos transmiten la idea de lo que quieren, y nosotros la interpretamos y desarrollamos. Por supuesto que hay una ida y vuelta, hasta que llegamos al producto deseado.
Nos sentimos cómodos sabiendo que están a la vanguardia y, según las características de cada compañía, los asesoramos acerca de los últimos productos existentes tanto en el mercado nacional como en el internacional.
Puedo mencionarte también, el proyecto del POOL COMBINADO FAMILIAR. Allí desarrollamos una batería de indicadores brindando información precisa y oportuna, tanto de la propia compañía como su comparación con el mercado, por ejemplo:
-el tiempo promedio entre la vigencia de la póliza y la denuncia del siniestro, permite monitorear posibles fraudes;
-el tiempo que pasa entre la denuncia y la liquidación del siniestro, permite evaluar la eficiencia en la administración;
-el porcentaje de pólizas canceladas, mide la capacidad de retención de la cartera;
-el tiempo medio de vigencia de una póliza hasta su cancelación, mide el tiempo de exposición de las pólizas.
Un mercado que se considere maduro, apunta hacia ese lado.
ESA: Ud. ha dicho que Consure Consultora Actuarial es lo suficientemente pequeña como para valorar a cada cliente, pero lo suficientemente grande como para responder a sus necesidades. ¿Puede ampliar este concepto?
SL: Nuestra fortaleza reside en el tamaño de nuestro negocio, lo suficientemente pequeño como para valorar a cada cliente, pero lo suficientemente grande como para responder a sus necesidades.
Siempre tuvimos la convicción de que ser grande no significa ser ágil.
Tenemos una alta fidelidad y continuidad de nuestros clientes, lo cual significa la revalidación continua de la confianza en Consure.
Insisto en un punto que consideramos fundamental y que es LA PERSONALIZACION que define nuestro estilo. Nuestros clientes no son uno más, cada uno es ÜNICO. Por eso, una vez que comienzan a trabajar con nosotros, el vínculo perdura y se afianza año tras año. No somos ajenos, nos sentimos parte de cada uno de ellos.
La combinación de excelente servicio y relaciones personales, nos ha asegurado el éxito y permanencia de Consure Consultora Actuarial a lo largo de los años.
ESA: ¿Cuál es el desafío más importante que tiene el mercado de seguros argentino en el futuro?
SL: El país está atravesando grandes cambios en cuanto a la concepción en materia económica y el mercado asegurador no queda exento de tales cambios.
Pero la compañía que no acompañe la coyuntura en el mediano/largo plazo, innovando y creando nuevos productos saliendo del letargo tradicional, se quedará en el camino. Y en ese contexto, es imprescindible la labor del Actuario.
Aníbal Cejas