Por Mariano Nimo, Gerente General de Afianzadora.
En tiempos como los que corren, la figura del Estado pasa a cumplir un rol fundamental en la economía, y en particular en el mercado asegurador. Para entender más en profundidad esta relación, debemos hablar de la coparticipación y cómo repercute en el seguro de caución.
La coparticipación consiste en que una proporción de los fondos tributarios recaudados por la Nación se reparta entre las Provincias. Esta transferencia de poder de fuego financiero es vital para casi todas las provincias argentinas y está directamente vinculada con el mercado de caución. El Estado en sus distintas formas (nacional, provincial y municipal) es el principal provocador de demanda de garantías a través de su rol como asegurado en la obra pública, servicios, tributos aduaneros y otras contrataciones.
Para entender la macro de esta desconocida ecuación, es necesario conocer cómo se distribuye “la jugosa torta nacional”. La recaudación central tiene su primer 15% afectado a financiar el sistema previsional nacional y otros gastos operativos menores. Luego de este paquete, la distribución del restante 85% se divide en tres partes: 43% para el Tesoro Nacional, el 56% para distribuir entre las Provincias en concepto de “Coparticipación” y el restante 1% al ATN (Fondo de Aporte al Tesoro Nacional). En el 56% de Coparticipación, existe una instancia previa a la repartija que beneficia a 4 Provincias otorgando 2 puntos porcentuales directos: Buenos Aires con 1,57 % y Chubut/Neuquén/Santa Cruz con un 0.14 % cada una. El 54% que queda disponible lo emplearemos para compararlo con el PBI generado por cada jurisdicción (valor monetario de bienes y servicios producidos), con la intención de buscar una nueva relación entre la riqueza generada y la porción recibida:
Buenos Aires es la provincia que más recibe, con un 20% de la coparticipación a su favor, y su aporte en generación de riqueza (PBI) asciende al 37%. Bastante más abajo se encuentran Santa Fe y Córdoba, las cuales reciben un 9% y aportan prácticamente el mismo percentil. Siguiendo de lejos, viene un lote de provincias con un 5% de coparticipación (Chaco, Entre Ríos, Tucumán, Mendoza) donde, salvo esta última que aporta 4%, las otras promedian un PBI del 1,5%. Ahora enfocándose en “los que menos reciben”, vemos a las provincias con riquezas naturales vinculadas al petróleo como las más relegadas, con Santa Cruz, Neuquén y Chubut que reciben un 1,5% de la torta, aportando en promedio apenas un poco más como PBI (2,2%). El caso más llamativo es el de la jurisdicción de CABA, que recibiría el 2,32% de la repartija post decreto presidencial, siendo su generación de riqueza (PBI) cercano al 20%.
La relación de generación de primas de caución y coparticipación son bastante simétricas de acuerdo con la región involucrada, existiendo una concentración muy acentuada en el cordón centro del país conformada por Buenos Aires (incluye CABA), Córdoba y Santa Fé. Este sector productivo representa más del 75% de las primas de fianzas y recibe alrededor del 40% de la coparticipación nacional, marcando una argentina con realidades muy heterogéneas.
La ciudad Autónoma de Buenos Aires no estaba incluida en este reparto, y desde 2003 recibía el 1,4% de la masa coparticipable directamente de Nación. En el 2016, cuando la Policía Federal se trasladó al ámbito de la Ciudad, se elevó la cuota al 3,75% para financiar este traspaso, que luego con el Pacto Fiscal 2017 se redujo al 3,5%. Cuando hablamos de su aporte, CABA aporta casi el 20% del PBI nacional, siendo luego de Buenos Aires la principal aportante. Intempestivamente en las últimas horas, la cuota de CABA fue reducida por decreto a un 2,32%, con el objetivo de llevar la misma al 1,40% a partir de la aprobación del Congreso. Como dato “positivo”, CABA es la jurisdicción que menos depende de la coparticipación nacional, siendo este concepto poco más del 25% de sus ingresos totales, mientras que para provincias como Formosa, La Rioja o Chaco la coparticipación representa más del 90% de sus ingresos. Para Buenos Aires este concepto simboliza nada menos que el 50%, lo cual la hace dependiente de esta torta donde todos quieren aumentar su parte, pensando más en la porción del otro que en producir para agrandarla.
Para cerrar, y con la intención de observar que existe aún más espacio para el negocio de las fianzas, cabe mencionar que en Argentina el volumen del negocio caucionero representa el 0,03% del PBI Nacional y un 0,21% del Gasto Público; siendo su paralelismo a nivel regional 0,05% y 0,30% respectivamente.
Los Seguros de Caución pasan a ser los protagonistas del heterogéneo desarrollo de la República Argentina a través de la infraestructura generada por la Obra Pública, entre otros apalancadores fundamentales de la economía argentina.
Cdor. Mariano Nimo
Gerente General de Afianzadora – Seguros de Caución
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Fuente: Afianzadora – Seguros de Caución
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