El Gobierno liberó el cepo y apuesta todo a las bandas cambiarias. Con el inicio de la Fase 3 del programa económico, el Banco Central levanta el cepo cambiario, introduce un régimen de flotación entre bandas y blinda su respaldo con más de USD 26.000 millones. ¿El impacto silencioso en los seguros.
El pasado viernes 11 de abril no fue un día más. Por la tarde, el gobierno de Javier Milei anunció el inicio de la Fase 3 del programa económico lanzado en diciembre. La medida central: la introducción de un régimen de flotación entre bandas cambiarias, acompañado por el levantamiento total del cepo para personas humanas y parcialmente para jurídicas. Es decir, se elimina el histórico límite de USD 200 y se permite libre acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC). El dólar, ahora, podrá bailar dentro de una franja móvil de $1.000 a $1.400, ajustada mensualmente al 1%.
Se trata de una jugada de alto voltaje político y económico. Por un lado, se presenta como un paso hacia la normalización financiera, la reintegración de Argentina al sistema global y el impulso a la inversión. Por otro, abre interrogantes sobre el traslado a precio de la devaluación del dólar oficial.
En los papeles, el plan es ambicioso: sin emisión para financiar al Tesoro, sin esterilización de las intervenciones cambiarias, y con un estricto control sobre la cantidad de dinero circulante. Todo apuntalado por nuevos recursos líquidos provenientes del FMI, organismos multilaterales, bancos internacionales y el swap con China.
La idea madre es clara: un ancla nominal basada en agregados monetarios (el famoso M2 privado transaccional), flotación administrada del tipo de cambio y un sesgo contractivo en la política monetaria.
Sin embargo, la medida más llamativa —y probablemente la más sensible— es el levantamiento del cepo. El acceso irrestricto al MLC para personas humanas implica el fin de un ciclo que marcó la vida cotidiana del argentino promedio durante más de una década.
Pero detrás de los titulares, se esconde un impacto menos visible: el efecto de esta liberalización sobre la industria del seguro.
Con un tipo de cambio más libre y volátil —aunque contenido en bandas— los seguros atados a bienes dolarizados, como los de vehículos, propiedades o cargas internacionales, enfrentarán una complejidad nueva.
Además, con la eliminación del dólar blend y el fin del “parking”, muchas operaciones vinculadas al seguro técnico verán alterado su marco operativo. No es descabellado anticipar un proceso de repricing en pólizas y una revisión integral de las coberturas.
Para conocer más sobre estos impactos, dialogamos con el Lic. Carlos Salinas, Presidente de GALDAS, y Secretario Ejecutivo de la Cámara Argentina de Reaseguradores.

Con el reciente anuncio del Banco Central sobre la Fase 3 del programa económico sobre la mesa, surgen nuevas condiciones para el mercado financiero, cambiario y asegurador. En diálogo con El Seguro en Acción, Carlos Salinas, analiza el impacto de las medidas en los seguros, el reaseguro, y la transferencia de divisas al exterior.
¿Qué significa esta nueva medida del gobierno para el sector asegurador?
Para Salinas, “toda medida que apunte a la estabilidad económica es, sin duda, positiva, incluso si eso implica un pequeño repunte inflacionario en los próximos meses”. Y agrega: “No tenemos experiencia en una cultura donde el dólar funcione como moneda de reserva interna. Y eso hará que los primeros ajustes de precios puedan generar aumento en la inflación. Pero si el gobierno se mantiene firme en este camino, seguramente los precios se irán adecuando a los ingresos, con sus idas y vueltas respecto de la oferta y la demanda. Para esto tiene que suceder también un cambio fuerte cultural en los empresarios argentinos, principalmente en alimentos. Otra cuestión que debería verse es que si los precios son libres en los combustibles y baja el precio internacional deberíamos tener en nuestro país también esa visión. En resumen, una parte de responsabilidad es del gobierno, para mantener una situación firme, y la otra es nuestra cultura empresaria. El ministro de economía también hablo de baja de impuestos y eso debería ayudar a la baja de precios.
En cuanto al impacto específico sobre los seguros, apunta que “una eventual suba de tasas del BCRA para contener la dolarización podría beneficiar al sector en el corto plazo”, aunque advierte que “la verdadera reforma estructural del mercado asegurador aún está pendiente y no forma parte de estas medidas”.
¿Cómo queda la transferencia de divisas por dividendos al exterior?
«La transferencia de divisas por pagos de servicios de reaseguro o dividendos, seguirá via un nuevo Bopreal que se definirá en los próximos días para las deudas hasta esta fecha. Para adelante el mercado puede operar en MULC. En lo positivo, desaparecen las restricciones cruzadas entre dólar MEP y CCL, que te obligaba a esperar 90 dias. O sea se deroga la Comunicación A7340. 100% positivo», indicó Salinas.
¿Y el impacto en los pagos al reaseguro internacional?
«Para las aseguradoras nacionales, esta medida es positiva porque podrán tener una mejor oferta de reaseguro, teniendo en cuenta que pueden pagar y cobrar sus siniestros en forma normal. Y porque la estabilidad es siempre bienvenida. Pero como dije hay cuestiones estructurales que no están resueltas y deben ser atendidas. Para aseguradoras extranjeras, también los beneficia la situación de pagos de reaseguro y sumado a eso la posibilidad de pagar dividendos. De tal forma que sus casas matrices puedan ver sus ganancias de lo invertido en nuestros país.», concluyó.
Aníbal Cejas