A partir de la información de 15 países de América, Europa y Asia-Pacífico, este estudio de la Fundación MAPFRE presenta una estimación de la mortalidad registrada durante los dos primeros años de la pandemia.
También analiza la relación entre la mortalidad covid y la economía y el sistema sanitario, y los principales efectos sobre la actividad aseguradora.
En este último aspecto, el informe destaca que «En 2020, primer año de la pandemia, la economía mundial sufrió la mayor caída registrada desde la Segunda Guerra Mundial, con un retroceso del PIB global del -3,1% (frente al crecimiento del 2,8% en 2019)9. Esta caída se trasladó al volumen de negocio asegurador a nivel global, el cual sufrió un retroceso en las primas de seguros en términos reales estimado en el -1,3%10, menor que la caída del PIB» (pag 89).
También analiza los efectos financieros: «Las medidas de política monetaria implementadas por los bancos centrales a nivel global (con dotación de liquidez a los mercados financieros y fuertes recortes en los tipos de interés) complicó en gran medida el negocio de los seguros de Vida ahorro y de rentas vitalicias, al tener que reducir sustancialmente la rentabilidad garantizada en los productos comercializados.
A esto se sumó el efecto de la abrupta contracción económica y del movimiento hacia la liquidez que se produce en los momentos de incertidumbre extrema como ha ocurrido en esta crisis, que hace que los agentes económicos prefieran mantener su ahorro a la vista en lugar de entrar en otro tipo de inversiones de medio o largo plazos».
Y destaca que «gran parte de las entidades aseguradoras decidieron no aplicar las cláusulas de exclusión por pandemia, al calcular que la tasa de letalidad y morbilidad del virus eran asumibles sin poner en riesgo su posición de solvencia, atendiendo a sus clientes y pagando las indemnizaciones».
Lea el informe completo en este link:
mapfre_economics_covid_19_analisis_preliminar_20.03.2022_reducido
