El domingo 9 del corriente, el diario Clarín publicó la nota “Casa y autos, cada vez más lejos del bolsillo de la gente”, presentando como un anexo un comentario del abogado Carlos Gabriel Fucilieri con el título “Choqué y me pagaron el precio viejo”.
Aunque parezca una obviedad, debemos recordar que la titulación de una nota, es la forma inicial (y quizás definitiva, ya que en muchos casos es leído sólo el título), de contacto del medio periodístico con el lector. Y que, por supuesto, ese título debe responder al contexto que luego será expuesto. Pero convengamos que, en el periodismo actual, en muchísimos casos ese principio no sólo no es respetado sino que, por el contrario, suele ser manejado por los editores en forma tendenciosa o teniendo como finalidad llamar la atención del lector.
Este es el caso que nos ocupa porque, como fácilmente podrá comprobar el lector al acceder al texto completo del comentario, la aseguradora cumplió cabalmente su obligación ($ 200.000) y el asegurado no formula reclamo alguno al respecto.
Entonces ¿cómo cabe entender la forma de titular la nota? Nos parece (sin caer en simplismos), que ello ha sucedido por la concurrencia de dos criterios: priorizar “el gancho” mediático y externalizar la visión que, mayoritariamente, existe en la comunidad respecto de la actividad aseguradora. Pero esa es una cuestión de fondo que no corresponde tratar en este momento y que abordaremos oportunamente.
Para aportar otra mirada en esta materia, El Seguro en acción consultó al licenciado Francisco Astelarra, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, quien nos respondió en estos términos:
«El asegurado expresó al diario que luego del siniestro que tuvo su hermano el 17 de enero, la aseguradora había determinado la destrucción total y le había pagado el precio viejo del vehículo.
Ante esta afirmación caben algunas acotaciones: la aseguradora le pagó la suma asegurada establecida en el contrato de seguro. Es importante destacar que la responsabilidad de mantener correctamente asegurado su patrimonio, es del asegurado. No debemos desconocer que hoy nos enfrentamos a una realidad sumamente compleja en el seguro de automotores. En menos de un mes se produjo el aumento de los impuestos internos, la devaluación y una aceleración de la inflación. Estas variables produjeron un aumento de los valores de los automotores, sus repuestos y el costo de las reparaciones. Las aseguradoras comenzaron, en un marco de una fuerte incertidumbre en cuanto al valor de mercado de los autos (alcanzados por el impuesto y los no alcanzados), a adecuar las sumas aseguradas de los autos para proteger a sus asegurados. Este es un proceso que lleva varios meses. Es dable esperar situaciones de infraseguro en tanto se adecuan las sumas aseguradas.
Otro de los aspectos claves a mencionar, es que nuestra actividad cuenta con miles de productores profesionales, quienes son los que deben asesorar en forma permanente a los asegurados para que estén correctamente asegurados en lo que al valor del automotor respecta, al igual que en otros riesgos, como incendio, por ejemplo.»