Funcionarios públicos conducen alcoholizados y arriesgan la vida de todos

FUENTE: Luchemos por la Vida Asoc. Civil.

Mónica Campero es policía del Grupo de Prevención Motorizada (GPM) de Hurlingham. El domingo pasado a las 20,30 hs, conducía un vehículo particular por su ciudad, en alto estado de ebriedad, cuando perdió el control de su automóvil y chocó contra dos autos que estaban estacionados. El test de alcoholemia reveló que tenía 2,02 g/l en sangre. Y no llevaba consigo la documentación del vehículo ni la licencia de conducir. * No sorprende que haya chocado con semejante borrachera, sí, que afortunadamente, nadie haya resultado herido.  Y ella solo sufrió lesiones leves. Espanta que quien debe fiscalizar el cumplimiento de las leyes, ignore la ley de tránsito en la normativa sobre el alcohol al volante, clave para el cuidado de la vida en el tránsito. Pero no fue el único caso en la provincia de Buenos Aires. Hubo otro funcionario irresponsable y transgresor de las normas este fin de semana.

 En el centro de Morón, el sábado pasado por la noche, Osvaldo González (69), subsecretario de acción política de la Intendencia de Marcos Paz, mano derecha del Intendente, perdió el control de su vehículo y chocó contra dos autos estacionados. Al realizársele el control de alcoholemia resultó que tenía 2,99 de alcohol en sangre. Un record de intoxicación alcohólica. Y sucedió en un municipio, Morón, que la semana pasada aprobó la alcoholemia 0 para todos los conductores. **

Por mucho menos, en 2016, la Ministra de Educación de Suecia, Aida Hadzialic, debió renunciar a su cargo, y manifestar públicamente su arrepentimiento, además de afrontar severas sanciones. Había ido a una fiesta, bebido y luego condujo su vehículo. En un control de alcoholemia, se le detectó algo más de 0,2 g/l. de alcohol en sangre, levemente por encima del valor permitido en su país. Se entiende porqué, durante el año 2021, Suecia tuvo solo 210 muertos en el tránsito, 2 cada 100.000 habitantes, mientras que en Argentina tuvimos 13 cada 100.000 habitantes.

En Argentina, hay funcionarios que se creen impunes y privilegiados, exentos de tener que cumplir con la ley. Estas personas no honran sus cargos y constituyen modelos negativos para una sociedad, en parte por ellos, cada vez más descreída de la política y del valor de la Ley. Deberían ser sancionadas con el máximo rigor y retiradas de sus cargos, que no merecen, para el bien de todos.

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