El rol del seguro en Latinoamérica

(Primera parte)

Los autores de este artículo son Benno Keller y Christian Hott de la unidad de Asuntos Gubernamentales y de la Industria de Zurich Insurance Group (“Zurich”) con Julian Arkell, consultor independiente en comercio internacional y pólizas de servicios. Los autores agradecen a Mira Banchik, Frank Bodmer, Antonio Cassio, Linda Conrad, Sven Feistel, Natasha Issa, José Orlando, Karin Reiter, Roy Suter, Jonathan Tin y Steve Wilson, por sus útiles comentarios y aportaciones.

Introducción

El beneficio que los seguros pueden brindar a las economías emergentes se encuentra muy subestimado. En este artículo, haremos foco en esta importante cuestión con un enfoque especial en Latinoamérica. Por lo tanto, nuestro objetivo es crear la conciencia necesaria sobre los beneficios de los seguros y ayudar a disminuir las restricciones para que los seguros cumplan con su función de sustentar el desarrollo económico.
Durante la última década, Latinoamérica progresó tremendamente en el desarrollo económico. Los seguros tienen el potencial de contribuir a este desarrollo y de hacerlo más sostenible. A nivel personal, los seguros pueden ayudar a prevenir que las personas caigan en la pobreza si sufren una adversidad y, de esta forma, sustentar el crecimiento de la clase media. Al promover el comercio y las inversiones directas de capitales extranjeros, los seguros también contribuyen a sostener el crecimiento económico. Por último, los seguros pueden fortalecer la capacidad de recuperación contra el impacto negativo de las catástrofes naturales, tanto de las economías emergentes como de los individuos, incluyendo las interrupciones en las cadenas de suministro.
Dada la importancia de estas cuestiones en Latinoamérica, es sorprendente que los seguros no sean muy usados ni aprovechados. Una de las razones es la falta de confianza en este mercado y el conocimiento más bien limitado de sus beneficios. Además, los seguros son por lo general inasequibles para un segmento importante de la población. Asimismo, existen obstáculos para el desarrollo de un sector asegurador fuerte y competitivo relacionados con las políticas públicas y con las normativas.

La función crucial de los seguros en Latinoamérica

Latinoamérica tuvo una recuperación extraordinaria después de sufrir las graves crisis financieras y económicas de los noventa y principios del nuevo siglo. Desde 2003, el PIB de Latinoamérica tuvo un crecimiento más fuerte que el de los países desarrollados en cada año. Ante la agitación actual de la crisis de la deuda europea, el mundo torna su mirada a Latinoamérica como una fuente de estabilidad, lo que en sí mismo es signo de un cambio notable. Una expansión fuerte de la demanda doméstica encabezó el desarrollo positivo, y también ayudaron los precios altos de los recursos naturales y los alimentos (las exportaciones principales de la región). También realizaron un aporte fundamental a estas mejoras unas políticas domésticas más sostenibles y un sector financiero emergente.
Sin embargo, existen varios riesgos y desafíos en torno al crecimiento sostenible en Latinoamérica. Aunque la situación difiere entre los distintos países latinoamericanos, hay cuestiones comunes que necesitan ser abordadas. Para mantener el rumbo del crecimiento actual, hay una necesidad de promover el comercio y las inversiones. El alto riesgo de catástrofes naturales exige que se tomen medidas preventivas y de protección contra sus posibles consecuencias financieras. De igual manera, es beneficioso si las aseguradoras pueden brindar una perspectiva y una cobertura de los riesgos de interrupciones en la cadena de suministro, que tienen un impacto negativo en el comercio y en los medios de subsistencia.

Dada la desigualdad de los ingresos, existe también una necesidad fundamental de proteger a la clase media emergente para que no vuelva a caer en los niveles de pobreza. Por último, los cambios demográficos previstos exigen soluciones adecuadas en materia de jubilación.

Los seguros pueden jugar un papel crucial en la resolución de estos problemas. El nivel de ingresos más alto y la mayor estabilidad económica y financiera de Latinoamérica, brindan una base importante para el desarrollo de un mercado asegurador sólido y útil.

Promoción del comercio y de las inversiones

En general, el porcentaje de comercio internacional en relación con el PIB de las economías emergentes es muy parecido al de los países desarrollados. Una excepción es Latinoamérica, en la que este porcentaje es bastante bajo (ver el gráfico 1). Al desarrollar aún más el comercio, se potencia el crecimiento más sostenido y se mejora el bienestar. Esto se aplica particularmente a Brasil, Colombia, Venezuela y Argentina.

Gráfico 1: Comercio internacional (exportaciones + importaciones) en relación con el PIB de algunos países y regiones latinoamericanas (2010, fuente: Banco Mundial y cálculos propios)

Los exportadores enfrentan una serie de riesgos que son inherentes a su actividad. Entre ellos se encuentran el peligro a la pérdida física de cualquier producto y los riesgos durante el transporte. A medida que las economías emergentes progresan en la cadena de valor agregado, los riesgos que suponen las cadenas de suministro serán cada vez más importantes. Estas cadenas de suministro, por lo general, cruzan las fronteras nacionales o incluso los continentes. Para sortear de forma eficaz los riesgos que suponen las interrupciones en las cadenas de suministro complejas, se requiere un conocimiento profundo de los distintos factores de riesgo y de su interdependencia. Además de los efectos positivos en el comercio de los seguros, las aseguradoras pueden ayudar a los exportadores a desarrollar y mantener cadenas de suministro más fuertes.

Las posibilidades de los países latinoamericanos de mantener un crecimiento sostenible dependerán de su capacidad para incentivar las inversiones necesarias. Hay una necesidad de inversiones en materia de infraestructura, edificios y maquinaria. Sin embargo, los inversores, tanto locales como internacionales, afrontan una serie de riesgos que ponen en peligro sus inversiones. Al asumir algunos de estos riesgos, los seguros facilitan las inversiones y, en consecuencia, el crecimiento a largo plazo (ver el recuadro 1). Un buen ejemplo es la inversión en la expansión del Canal de Panamá, facilitada gracias al aval de Zurich. Cuando se concluya, esta nueva ruta permitirá el tránsito de barcos mucho más grandes, lo que duplicará la capacidad total de la vía. Se generarán hasta 10.000 puestos de trabajo directos en la fase de mayor actividad de la construcción, y 6.000 puestos permanentes cuando se ponga en funcionamiento el proyecto.

Para fortalecer la resistencia de sus economías y ampliar su base de inversores, los mercados emergentes buscan atraer las inversiones directas de capitales extranjeros hacia la capacidad productiva. A diferencia de las carteras de valores, las inversiones extranjeras directas no se pueden retirar de forma inmediata y, por lo tanto, tienen una consecuencia menor en la inestabilidad de las tasas de cambio. Durante la última década, el perfil de las inversiones directas de capitales extranjeros en Latinoamérica cambió de forma notable. Mientras que hasta el año 2000, las multinacionales con sede en los países desarrollados proporcionaron la fuente más importante de inversiones extranjeras en la región, más recientemente vienen creciendo las inversiones de multinacionales de otras economías emergentes. En particular, las inversiones de empresas asiáticas han experimentado un aumento sin precedentes en el 2010.

El riesgo político es percibido como el impedimento más importante a las inversiones internas para las economías emergentes. Una industria aseguradora globalizada y competitiva puede jugar un papel importante en la promoción de las inversiones extranjeras directas. Al asumir y controlar algunos de los riesgos que los inversores por lo general afrontan, las aseguradoras internacionales hacen posible las inversiones que de lo contrario serían demasiado arriesgadas.

Latinoamérica tuvo el incremento más pronunciado del mundo en las inversiones directas de capitales extranjeros externas de los últimos años. Al ser reforzadas por el buen crecimiento económico en su país, las empresas brasileras y mexicanas aumentaron sus inversiones en el extranjero, en particular en los países desarrollados. Las aseguradoras internacionales pueden jugar un papel vital para ayudar a las empresas con sede en los mercados emergentes a sortear los riesgos que suponen sus actividades en el extranjero.

Mejorar la resistencia a las pérdidas derivadas de las catástrofes

Muchas economías emergentes están expuestas a desastres naturales graves y generalizados. Entre 1970 y 2011, 37 de las 40 catástrofes con mayor cantidad de muertes se registraron en países con economías emergentes. El 2010 fue particularmente un mal año para Latinoamérica y el Caribe en materia de catástrofes. Solo el terremoto en Haití causó la muerte de 220.000 personas.

El terremoto de Chile en el 2010 produjo pérdidas económicas de 30 mil millones de dólares, que representan el 15 por ciento del PIB chileno. De hecho, en 2010, las pérdidas a causa de desastres naturales en América Latina en relación con el PIB superaron las siniestralidades de cualquier otra parte del mundo.

Es muy probable que las pérdidas económicas de los desastres naturales aumenten aún más en el futuro, conforme al aumento de la población y urbanización, así como también el aumento en la riqueza expondrá a los capitales al riesgo. Se espera que, por ejemplo, la población expuesta al riesgo de inundaciones en Brasil aumente de 33 millones a 43 millones en 2030.

Cuando una gran cantidad de personas se ven afectadas al mismo tiempo por los desastres naturales, estos riesgos pueden superar con facilidad la capacidad de las aseguradoras domésticas (ver también el recuadro 1). Para protegerse eficazmente contra las catástrofes, todos los países tendrían que acumular cantidades importantes de ahorros para asumir las pérdidas económicas asociadas. Como resultado de esta necesidad de ahorro, se debería disminuir el consumo, lo que causaría consecuencias negativas en el crecimiento económico.

Los mercados de seguros y reaseguros internacionales brindan una protección más amplia y eficaz contra los desastres a gran escala al mancomunar los riesgos a nivel internacional. Por ejemplo, después del terremoto de Chile de 2010, las aseguradoras, en su mayoría internacionales, pagaron reclamaciones equivalentes al cuatro por ciento del PIB chileno.

Muchos países latinoamericanos dependen demasiado de la asistencia a posteriori en vez de la preparación y mitigación previa. La mala preparación para los desastres y la mala calidad de la construcción son, por lo general, la causa de las altas tasas de mortalidad y lesiones por el derrumbe de edificios a causa de terremotos o tsunamis. Las medidas de adaptación, como por ejemplo la planificación urbanística, los códigos de construcción, el desagüe y los proyectos de estabilización de laderas, pueden disminuir de forma significativa las pérdidas previstas. La falta de códigos de construcción adecuados se identificó como una de las causas principales de la devastación causada por el terremoto de Haití. En comparación, el terremoto chileno causó una cantidad mucho más baja de muertes, aunque fue 500 veces más fuerte, no solo gracias a los mejores códigos de construcción. Los seguros no solo pueden ayudar a recuperar las pérdidas económicas y a contribuir a una recuperación más rápida, sino que también pueden ayudar a fortalecer la resistencia a los desastres naturales al compartir su experiencia en materia de mitigación y gestión de riesgos.

Las catástrofes naturales fueron una de las causas más importantes de las interrupciones en las cadenas de suministro en 2011. Según un informe del Instituto de Continuidad de las Operaciones patrocinado por Zurich, aproximadamente el 85 % de las empresas sufrieron algún tipo de interrupción, casi el 10 % más que en el 2010. Más del 50 % de las empresas sufrieron más de una interrupción del abastecimiento. Históricamente, el 40 % de las empresas que sufren interrupciones prolongadas del abastecimiento terminan cerrando sus puertas debido a los costos más altos, la disminución en las ventas y el daño a su reputación.

Al brindar cobertura de seguros y evaluación de riesgos al abastecimiento, los seguros pueden jugar un papel importante al asegurar un suministro constante de bienes y servicios esenciales en la economía. De hecho, el aumento moderado en la interrupción del abastecimiento en la región llevó a una cantidad de empresas a buscar seguros alternativos y a analizar los productos para cubrir los riesgos en las cadenas de suministro.

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