Esta columna de opinión, de Marcelo Anduch, CEO de Grupo Mass Asistencia, analiza los alcances e implicancias del Decreto 428/2025, que modifica la Ley N.º 25.761 sobre RUDAC (Registro Único de Desarmaderos y Actividades Conexas). La medida forma parte del paquete de reformas impulsado por la Ley de Bases N.º 27.742, buscando modernizar el Estado con la digitalización de trámites, y tiene un impacto directo en aseguradoras, desarmaderos y titulares registrales.
Hace algunos días, el Poder Ejecutivo de la Nación informó en el Boletín Oficial la implementación del Decreto 428/2025, que introduce modificaciones a la Ley del RUDAC (Ley N.º 25.761), conocida popularmente como la Ley de Desarmaderos.
La Ley de Bases N.º 27.742 marcó el comienzo del proceso de modernización del Estado, y ahora la digitalización de trámites administrativos busca optimizar recursos y otorgar mayor eficiencia.
Como suele suceder con nuevas normativas, esta reforma genera una serie de escenarios dispares: beneficios claros para el sector, pero también desafíos a superar.
La Ley 25.761 nació para regular y fiscalizar una actividad que carecía de trazabilidad: la venta de repuestos de vehículos de origen incierto. El Estado comenzó a identificar y legalizar esta industria, y también enfrentó trámites engorrosos relacionados con bajas por destrucción total en casos de siniestros.
El objetivo de esta reforma es digitalizar el trámite, simplificar requisitos, reducir costos operativos, garantizar trazabilidad de las autopartes y, al mismo tiempo, fomentar la economía circular.
Beneficios destacados
Digitalización del trámite: se reemplaza el sistema en papel por una plataforma digital para gestionar bajas y desarmado de vehículos, agilizando procesos, reduciendo errores y facilitando el control estatal.
Simplificación de requisitos: ya no será necesario declarar datos redundantes como tipo de combustible, país de fabricación o destino de las autopartes. Solo se requerirán: marca, dominio, VIN, modelo, número de pieza y cinco fotografías de la unidad.
Reducción de costos operativos: al eliminar trámites presenciales y documentación física, se espera una disminución significativa de costos tanto para desarmaderos como para el Estado.
Mejora en la trazabilidad: la digitalización permitirá un seguimiento más eficiente de las autopartes reutilizadas, ayudando a combatir el mercado informal y la evasión fiscal.
Impulso a la economía circular: se promueve el reciclaje legal de autopartes, generando empleo y fomentando la sostenibilidad ambiental.
Desafíos y puntos críticos
Implementación tecnológica: hasta que la plataforma digital esté completamente operativa, el trámite será mixto: turno online y proceso físico. Esto puede generar confusión o transiciones irregulares.
Riesgo de exclusión digital: los pequeños desarmaderos podrían tener dificultades para adaptarse a los nuevos sistemas si no cuentan con la infraestructura adecuada.
Actualización del listado de autopartes: aunque una resolución reciente amplía el listado de piezas reciclables de 30 a 143, aún no está vigente. Estimo que se esperaba este decreto para realizar una reforma integral.
Centralización del control: sin una infraestructura robusta y diseño ágil, el sistema digital podría generar cuellos de botella o inestabilidad.
Impacto para aseguradoras y asegurados
Esta reforma promete una gestión más eficiente de las bajas totales. Los siniestros son una parte central del servicio de las aseguradoras, y este cambio puede agilizar notablemente los procesos:
1. Reducción de tiempos: el trámite del formulario 04D, que actualmente puede demorar entre 2 y 10 días corridos, podría completarse en minutos con el sistema digital.
2. Mayor agilidad para el asegurado: si toda la documentación está en regla (sin deudas de patente, multas o inhibiciones), la baja del vehículo podría realizarse en menos de 24 horas tras cargar el formulario.
3. Menores costos: la simplificación del trámite reduce tiempos y gastos para las aseguradoras y sus clientes.
4. Desburocratización real: se eliminan los turnos presenciales, los traslados y la gestión de documentación física, lo que representa un alivio para el titular del seguro.
Una oportunidad real de modernización
Este decreto va en la dirección correcta. La digitalización del RUDAC disminuirá significativamente los tiempos y costos asociados a las bajas por destrucción total. Las aseguradoras, sus clientes y los desarmaderos resultarán los principales beneficiados. Además, los desarmaderos podrán comenzar a comercializar piezas reutilizables entre 3 y 6 meses antes que con el sistema anterior, parejo a la burocracia que ralentizaba los trámites.
Marcelo Anduch
CEO – Grupo MassAsistencia