¿Cuál es el valor diferencial de ChatGPT?

Por José Martí Parreño, Vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) (1)

ChatGPT ha irrumpido con fuerza en el entorno digital como una herramienta con enorme potencial en áreas como la atención al cliente automatizada (asistentes virtuales, chatbots, etc.), generación de contenido, y expansión de funcionalidades de herramientas ofimáticas como Microsoft® Excel®. Por poner algunos ejemplos concretos, a ChatGPT le puedes pedir que te haga un resumen de 500 palabras sobre las guerras púnicas o un artículo de opinión de 800 palabras sobre el valor diferencial de ChatGPT… No solo eso, sino que también puedes pedirle que te escriba scripts en Python o que te resuelva un problema de matemáticas. Podemos hacer una pequeña prueba y pedirle que escriba un texto de 800 palabras sobre el valor diferencial de ChatGPT del que voy a rescatar algunos fragmentos. ChatGPT empieza diciendo que “el valor diferencial de ChatGPT se encuentra en su capacidad para generar respuestas humanas y coherentes a preguntas complejas y diversas. Al ser un modelo de lenguaje de gran escala entrenado por OpenAI, ChatGPT ha sido alimentado con una amplia gama de información y ha sido entrenado en una variedad de tareas lingüísticas, lo que le permite responder de manera efectiva a preguntas en una amplia gama de temas, desde tecnología y ciencias hasta historia y cultura”.

Otros valores diferenciales adicionales que nos sugiere ChatGPT son la capacidad de personalización o su capacidad para mejorar con el tiempo “al ser alimentado con nuevos datos y ser entrenado en nuevas tareas”. Tras unos meses de uso, personalmente destacaría la capacidad de comunicarte con la herramienta con lenguaje natural como si de una conversación entre humanos se tratara. La amigabilidad y facilidad de uso es evidente. Y de hecho he aludido al término “conversación” porque ChatGPT es capaz de recordar las diversas interacciones durante un chat facilitando el refinado de los resultados y evitando tediosas instrucciones repetitivas. Por ejemplo, tras leer el resumen de 500 palabras sobre las guerras púnicas podemos pedirle “reduce a 100 palabras” (o incluso directamente escribir “100 palabras”) y, posteriormente, focalizar el texto en algún tema concreto con una instrucción tipo “centra el texto en Aníbal”.

La capacidad de síntesis de la herramienta sin duda aporta un valor diferencial en cuanto a ahorro de tiempo a la hora de obtener una visión general sobre fenómenos complejos que requerirían varias horas de lectura si fuera un humano quien tuviera que realizar una síntesis similar.

Este acceso rápido a información resumida sobre fenómenos complejos puede suponer un punto de partida para análisis posteriores más en profundidad. Las funcionalidades de la herramienta van más allá de la generación de textos y la atención automatizada al cliente. No obstante, hay que tener en cuenta que una de las principales limitaciones actuales de la herramienta es la incapacidad de acceder a sistemas de información en tiempo real, con lo que las respuestas se basan en el entrenamiento recibido hace un par de años. Por ejemplo, ChatGPT puede hacerte un resumen de la variación en el precio del oro analizando los datos del mercado de los últimos años. Sin embargo, no podrá darte el valor actual, a día de hoy, de un producto concreto. Evidentemente cada empresa pueda iniciar su propio entrenamiento y actualización de información con el objetivo de obtener respuestas más actualizadas y personalizadas. Sin embargo, el potencial de desarrollo de la herramienta parece que puede no tener límites a medida que millones de usuarios interaccionen con ella y vaya aprendiendo de forma exponencial. Un ejemplo, tras unos meses de uso, ha sido la incorporación de una nueva funcionalidad (stop generating) para solicitarle a ChatGPT que interrumpa la generación de texto si una respuesta no nos satisface o hemos decidido que ya tenemos la información que necesitábamos y queremos seguir elaborando la respuesta o iniciar una nueva línea de consulta.

Como en todos los debates sobre inteligencia artificial surgen temas éticos relacionados con la autoría o el uso fraudulento o con fines poco éticos de la herramienta (por ejemplo, suplantación de seres humanos, etc.). Otro de los riesgos de ChatGPT sobre el que a buen seguro se va a poner un foco de atención gira en torno al debate sobre el riesgo en la privacidad de los datos. No hay que olvidar que en nuestras “conversaciones” e interacciones con la herramienta pueden compartirse datos personales que pueden ser recopilados por la empresa propietaria o, incluso, por terceras partes, con fines comerciales o de investigación. Además, esos mismos datos puede que sean supervisados por humanos, los responsables de monitorizar la herramienta. Probablemente ChatGPT se va a convertir en el centro de la atención mediática del 2023 en el marco de la revolución de la inteligencia artificial que estamos viviendo, pero debemos ser conscientes y cautelosos con los riesgos que entraña para poder realizar un uso responsable de esta herramienta.

(1) José Martí Parreño, Vicerrector de Investigación y Transferencia en la Universidad Internacional de Valencia (VIU)

El Dr. José Martí Parreño es Doctor por la Universidad Politécnica de Valencia (2002) y por la Universidad de Valencia (2015). En la actualidad desempeña el cargo de Vicerrector de Investigación y Transferencia en la Universidad Internacional de Valencia (VIU). A lo largo de su carrera académica ha impartido cursos y seminarios en más de una veintena de Universidades tanto en España como en el extranjero. Ganador del Premio Wilson en innovación educativa en 2015, en la actualidad dirige diversos proyectos de investigación sobre el uso de la gamificación en educación, emprendimiento y desarrollo competencial. Su trabajo de investigación ha sido publicado en revistas de alto impacto como Journal of the Academy of Marketing Science, Computers in Human Behavior, Journal of Interactive Marketing, Scientometrics y Journal of Computer Assisted Learning. Cuenta con una amplia experiencia investigadora en el área del branded entertainment siendo autor de 3 libros sobre la materia (Engagement marketing, Funny marketing y Marketing y Videojuegos). Además, ha dirigido tres tesis doctorales sobre el uso de la gamificación en la educación superior.

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