Los problemas de los usuarios con los diferentes rubros de seguros generan una enorme cantidad de denuncias por problemas en la cobertura, en las prestaciones, o bien a la hora del cobro. Es así que un sistema que debería funcionar con toda fluidez termina siendo uno de los más problemáticos a la hora de los servicios.
Para dar una idea de la cantidad de conflictos que se dan con este tema, durante el primer semestre del año se han radicado en la oficina de Defensa del Consumidor 169 denuncias, lo que significa casi una por día calendario, y más de una si tomamos como referencia las jornadas laborables. Esta cifra engloba todos los seguros, es decir, sepelio, robo, automotores, personales, incendios y siniestros, pero el caso de los seguros personales se lleva la mayor parte de la estadística, con un 60% de los casos.
En muchos de esos casos las denuncias vienen porque se cobran, a través de las tarjetas de crédito, montos de seguros por consumos o financiaciones que en muchos casos no cuentan con el consentimiento del usuario. Es más, se ha señalado que en muchos de los casos las personas no perciben que están siendo cobrados, ya que aparecen en la letra chica de los resúmenes, luego de los consumos, que es lo que habitualmente se verifica, y muchas personas, especialmente la gente grande, suele no tomar en cuenta muchas veces esas cifras, que a lo largo del tiempo van configurando sumas considerables.
Está claro que los usuarios deben analizar su resumen de cabo a rabo, porque muchas veces los ítems pasan desapercibidos, pero se termina pagando un seguro de vida por haber comprado un bien en cuotas o por refinanciar un saldo de tarjeta a veces sin la debida información.
El índice de resolución hasta ahora, sobre esas denuncias presentadas, está en el 54%. De todos modos, pocos casos llegan a instancias judiciales más elevadas o a la apertura de una actuación sumarial. Tres casos han terminado en demanda.
Muchas situaciones de abuso se dan a pesar de fallos en contrario. Por ejemplo, empresas que venden «seguros» como un aparte en electrodomésticos, aunque según la ley deben reunir los mismos requisitos que un agente de seguros. Sin embargo en la práctica no se da. Uno de los casos más sonados se dio con una compañía de telefonía celular que cobraba seguros sobre los aparatos «por defecto», siendo que el cliente debía renunciar expresamente si no lo deseaba. Mientras esa renuncia se producía, en caso de que el cliente se percatara, ya habían pasado unos cuantos meses de cobro.
Fuente:
www.diariosanrafael.com.ar
Mendoza
Sábado, 04 Julio 2015 06:00
