ALGUNOS SINLOGISMOS DE “SOFOCLETO”

(*)

Los lectores que habitualmente se toman la molestia de escribirnos, han sido muy generosos al tomar con mucho humor la chanza del listado de todas las celebridades mundiales que incluimos en nuestra columna nº 53 (algunos dicen que lo usarán para juguetear con sus amigos).

Y, paralelamente, piden “más Sofocleto”. Con mucho gusto accedemos al pedido. Y lo seguiremos haciendo periódicamente, porque tenemos en carpeta más de 200 sinlogismos, pendientes de publicación. Dicho de otro modo: hay Sofocleto para rato.

Todas las madres políticas están en la oposición.
La caridad empieza por casa. Y ahí termina.
Eva fue la primera mujer que vivió a costillas del hombre.
En los enchufes está el sexo de la electricidad.
Abuelo: anteayer del nieto.
La estupidez consiste en no pensar lo mismo que uno.
Yo creo que las alfombras debían venderse no por metros sino por pies.
El téte-a-téte no es lo que se piensa, pero termina en eso.
La calumnia es una verdad dicha por nuestros enemigos.
El ciempiés tiene 36 pies.
Eso que llaman “la cosa pública” ¿es una forma de prostitución?
Improvisar es decir lo que se piensa y no pensar lo que se dice.
Arpía: suegra que toca el arpa.
El primer amor se olvida al segundo.
Comer entremeses es malo. Mejor comer entre días.
En el triángulo amoroso siempre hay un ángulo obtuso.
“Amén”. Y el creyente se despide de Dios hasta el próximo pedido.
La conversación es el turismo de la inteligencia.
La memoria no está en el cerebro sino en la punta de la lengua.
Clavel: flor solapada.
Parece mentira que un cuarto de baño sea más grande que medio baño.
Uno por uno no es uno.  Es una fila.
Lo malo del corazón es que está muy cerca del estómago.
La mediocridad es el arte de no tener enemigos.

(*):
Luis Felipe Angell (Sofocleto), escritor peruano.
“Los sinlogismos de Sofocleto-Estudio y selección” por Matilde Mármol.
Editorial Arica S.A. – Lima – 1968

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