LA DESTRUCCIÓN DE LAS TORRES GEMELAS Y UNA HISTORIA POCO CONOCIDA

vilaEl 11 de septiembre del 2001 fueron destruidas las “Torres gemelas”. Han pasado 15 años y nadie las ha olvidado.

Cabe aquí conocer o recordar, todo lo que el mercado del seguro, reaseguro y retrocesionario, a nivel universal,  pudieron hacer para enfrentar, confrontar  y remediar las terribles pérdidas en vidas, bienes y valores.

Ejemplo de un siniestro que afectó no sólo al seguro y al reaseguro sino a una ciudad, a un país y también al mundo. Fue la destrucción, mediante un evento de  terrorismo internacional,  del World Trade Center de New York, cuya propiedad pertenece al Puerto de Nueva York.

La sumatoria final de todos los daños ascendió, para el mercado de seguros a 50 mil millones de dólares.

Historia de las pólizas existentes al 7/11/2001

Numerosas y caóticas pólizas superpuestas  cubrían  desde  1973 (año de la inauguración de los edificios), las dos  torres y los demás bienes asegurables.

El World Trade Center tenía cobertura por actos de terrorismo.

El 25 de julio del 2001, las autoridades portuarias de New York habían cedido bajo contrato de arrendamiento por 99 años los derechos de explotación del WTC a la firma Silverstein Propierties. El WTC estaba asegurado según una póliza (Will Proob Form) confeccionada  por el Broker Willis  y endosada por largos  períodos.

En julio del 2001 se estaba elaborando una nueva póliza que había sido dada a los reaseguradores para su aceptación, lo que todavía no había ocurrido a septiembre, por disentir con algunas fórmulas del borrador que se mandó a los posibles reaseguradores y retrocesionarios. Casi todos ya cubrían los riesgos “property” desde hacía muchos años a través de brokers.  El WTC estaba cubierto por una póliza property por un máximo de U$S 3.550 millones de dólares, valor estimado de cada torre, o sea que había un infraseguro. ¡Nunca se podía pensar que ambas torres sufrieran un daño al mismo tiempo…!

La póliza vigente que cubría los siniestros de incendio y líneas aliadas, incluyendo terrorismo, fue otorgada a primera pérdida absoluta hasta un límite “por evento o por ocurrencia” de U$S 3.550 millones, con cláusula de restablecimiento automático de la suma asegurada, la cual preveía que en caso de siniestro el monto de la cobertura se restablecería en forma inmediata y automática, hasta completar nuevamente el límite pactado inicialmente en la póliza, por lo que un nuevo siniestro podía ser cubierto también hasta el límite de la póliza (1).

De esta forma si hubiera habido dos siniestros, el 11/9/2001 la indemnización por el total de las pérdidas podría haber sido de U$S 7.100 millones de dólares.

ALIANZ

Pero la póliza vigente a la fecha del ataque tenía la “cláusula de ocurrencia o evento” que definía la “ocurrencia: como todas las pérdidas o daños atribuibles a una misma causa o serie de causas. Tales pérdidas deberán ser acumuladas y el valor total de las mismas será considerado como una misma ocurrencia independientemente del lapso o del área en los cuales y tales hechos sucedan”  (versión de la póliza de Will Proob Form).

Precisamente, los reaseguradores no querían esta definición en sus contratos por ser excesivamente amplia respecto al tiempo y lugar.

No se pudo sostener, y varios fallos de tribunales de New York así lo  declararon, que el ataque al WTC fueran dos hechos (dos aviones de distintas líneas aéreas con una separación de 16 minutos chocan contra cada una de las dos torres principales), y no fue aceptable por la realidad política mundial a esa fecha, así como por lo que luego se supo: que fue un inteligentísimo atentado pensado, armado y dirigido por un grupo fundamentalista musulmán suicida que preparó el mismo por más dos años, con el mínimo de costo económico, usando como bombas incendiarias de altísima potencia los propios aviones pertenecientes a líneas aéreas norteamericanas, suficientes para producir el mayor estrago con las máximas pérdidas de vidas y valores.

Aceptado pues que fue un  evento (unidad de causa, tiempo y lugar), luego de varios juicios iniciados por diversos reaseguradores pero defendidos por decenas de aseguradoras  para que los Jueces se pronunciaran sobre el tema, quedó aceptada esta postura.

La conjunción de todas las pérdidas aseguradas fue del orden de entre 50 y 60 mil millones de dólares, el mayor siniestro de la historia del seguro hasta el 2001. Se desconoce el costo asegurativo y real que haya tenido el desastre de Chernobyl  en los 80; Japón 2012 tuvo pagos de seguros/reaseguros por 30 mil millones de dólares,  con una pérdida real estimada por el gobierno de Japón  (sin las muertes y desplazamientos), de 100 mil millones de la misma moneda.

Las pérdidas reales en el caso de Las Torres se estimaron en unos 170 mil millones de dólares en vidas, daños materiales, remediaciones, pérdida de ganancias, daños psicológicos, costos de demolición, reparación de edificios adyacentes así como de las líneas del subterráneo que pasaba bajo las Torres, etc.

El seguro fue tocado en carne viva: se produjo la muerte de la totalidad de los empleados y funcionarios de los dos mayores brokers de seguros y reaseguros: 290 personas en Marsh Mc Lennan y 175 de Aon Corporation (ambas empresas estaban instaladas en los pisos más altos de las torre norte y sur respectivamente).

 

Pérdidas de la industria aseguradora en el WTC de la ciudad de Nueva York

 

ConceptoMillones%
Seguros de Daños – Torres norte y sur3.3507
Seguros de Daños – Otros ( linderos)5.00010
Lucro cesante10.00020
Accidentes de trabajo3.5007
Aviación Casco5001
Cancelación de eventos / Misceláneos2.0004
R.C. – Aviación3.5007
R.C. – Otros18.00038
Total, No Vida46.00092
Vida4.0008
Total50.000100

 

No deja de ser cruel  mencionar  sólo los números de tanto dolor, muerte y destrucción

Pero saber que el seguro puede paliar semejante horror, a los que nos dedicamos al seguro nos da fuerza para seguir trabajando en mejorar un contrato que honra al género humano, en su esfuerzo por limitar las pérdidas que la sociedad toda pueda sufrir por la naturaleza no dominada, o el hacer negligente o doloso de las personas.

Dra. Nancy Anamaría Vilá 

 Nota del editor:

Esta nota se basa en una parte de la ponencia presentada por la autora en el

XVI Congreso de Derecho de Seguros, La Plata, septiembre del 2016.

Notas de la autora:

(1): Ver: MONTERO MORALES, Bernardo: “Seguro, reaseguro y terrorismo” en Revista Ibero-Latinoamericana de Seguros” – Tomo 20, págs. 57 y sgts.- Colombia, 2005.

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3 Thoughts to “LA DESTRUCCIÓN DE LAS TORRES GEMELAS Y UNA HISTORIA POCO CONOCIDA”

  1. Muy interesante, excelentemente sencilla y muy explicativa.
    Rubén Quilindro (Ajustador de siniestros)

  2. Además de ser muy didáctico, claro y sumamente instructivo, el artículo tiene incluida una enseñanza tácita para los productores, que muchas veces olvidan que vivimos de la prevención y que aquello que nos parece imposible, puede producirse. Ley de Murphy.
    Jorge Saiz(PAS)

  3. Víctor Fratta

    Importante aporte de la estimada Dra. Nancy y del colega Saiz.
    Nos recuerda el axioma: “Posible- probable”. No nos dejemos llevar por lo segundo.
    Saludos cordiales.
    Víctor Fratta (Consultor)

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