Con la media sanción de Diputados en el Congreso Bonaerense del «remanido» proyecto de ley incorporando el número de dominio de la moto al chaleco y al ¡CASCO!, nuestros legisladores demuestran un problemita que ya parece endémico en la materia: carencia de ideas para resolver en forma eficiente (y lógica), un tema de seguridad delictual, colocando en «riesgo» una materia de de mayor afectación social (por la magnitud de sus consecuencias) como lo es la Seguridad Vial.
La manipulación del casco conspira contra la finalidad que lo define (equivalente al cinturón de seguridad en los automotores).
El casco debe cuidarse respecto a golpes, contactos y cambios, porque pueden ocasionar alteraciones de sus propiedades protectoras (léase elasticidad y capacidad de absorción). Deberán evitarse caídas en superficies duras, exposición a temperaturas excesivas, contacto con humos nocivos o almacenamiento cerca de gasolina o fluidos de limpieza a base de petróleo. Debe tenerse MUCHO CUIDADO al pintarlos o pegarle autoadhesivos por la misma causa. Ni hablar de inscripciones o impresiones.
¿Qué hay usuarios que hacen eso en sus cascos? Sí, como hay quienes no usan el cinturón de seguridad. PERO NO DEBE SER EL ESTADO EL QUE OBLIGUE A HACERLO. Es absurdo…
Como lo señaláramos en una reflexión anterior respecto a la necesidad de capacitación de los funcionarios a cargo de la Seguridad Vial, aunque no aparezca en forma evidente, la IGNORANCIA en Seguridad Vial MATA y LASTIMA el tejido social.
Si prospera este proyecto es muy posible que en un próximo siniestro NO “LA PUEDAS CONTAR”
Dr. Eduardo Bertotti
Director ISEV
Buenos Aires, 15 de marzo de 2019
